México, DF.- El grupo OV7 realizó el sábado su último concierto de despedida en un Zócalo capitalino abarrotado de admiradores que lloraron y les suplicaron que no se fueran; los mariachis les cantaron Las Golondrinas.
Ni las lágrimas, súplicas, ruegos y gritos de los más fervientes seguidores de OV7 sirvieron para que Óscar, Ari, Kalimba, M’Balia, Érika, Mariana y Lidia se arrepintieran en el último momento de su separación.
Más de 105 mil personas, según informes del servicio Locatel, se congregaron en el Zócalo capitalino para decirle adiós a una de las más reconocidas bandas de pop en México y acabar con 14 años de carrera artística.
El concierto fue una réplica exacta de los que realizó el grupo desde el cuatro de abril pasado, cuando dio inicio a su Gira del Adiós, sin embargo el marco en que se realizó fue el que le proporcionó el dramatismo y la euforia que cualquier grupo quisiera ver en su despedida.
En punto de las 20 horas, el septeto abordó el escenario colocado exactamente frente a la Catedral Metropolitana, la cual en esta ocasión también figuró como un objeto más de escenografía, al ser iluminada con luces multicolores.
Los cuerpos desmayados e histéricos de quienes no soportaban la emoción o el calor, eran trasladados de mano en mano sobre las cabezas de miles de fans hacinados contra la valla de seguridad, pero nada importaba cuando Ari guiñaba un ojo o M’Balia movía las caderas.
Con un emblema en el pecho que decía “felicidades papá Óscar”, el integrante de la banda hizo gala de sus dotes de bailarín, mientras sus compañeros entonaban los temas de Mírame a los Ojos, Vuela más Alto y Calidoscopio.
“Hola México: cómo están esta noche, la verdad es que es muy difícil estar parada esta noche despidiéndonos de todos ustedes después de 14 años de tanto cariño”, expresó Mariana, para ceder el turno su compañera y amiga Lidia.
“Llevamos meses pensando en este concierto y la forma en que les diríamos adiós y les daríamos las gracias. Los queremos mucho y siempre seguiremos siendo OV7”, dijo Lidia, para después continuar con el espectáculo e interpretar Love Colada.
En el mar de gente que cubrió el Zócalo, vigilantes y expectantes se erguían millares de periscopios de cartón. En el escenario se comenzaron a escuchar las canciones que bien conocía el público y que no dejó de corear, como: Que Triste es el Primer Adiós, Aum Aum, Calidoscopio, Love Colada y un popurrí de sus inicios con temas como Susanita Tiene un Ratón, Qué Buen Reventón, Quiero Salir de Vacaciones, Voy Voy y Dando la Vuelta.
Agradecidos y emocionados, los siete cantantes continuaron con Tus Besos y otro popurrí de baladas. A lo largo de la noche, el público les arrojó varios objetos entre los cuales figuraron pequeños osos de peluche.
Luego vendría el recuerdo del disco La Banda Rock, del cual solamente interpretaron Que se Quiten Tenis. Érika presentó un video que mostraba al grupo durante sus actividades cotidianas, el cual fue ovacionado por el público compuesto mayormente por adolescentes.
“Gracias por recordar que hoy es mi cumpleaños y venir a despedir a OV7, pero este momento no tiene que ser triste, aunque no hay palabras para darles las gracias”, dijo Erika, a quien por momentos se le quebraba la voz.
Después hizo su aparición el intrépido de Óscar para comentar: “He sido afortunado por haber compartido con estos 6 guerreros de la luz, este sueño, esa es mi bandera y me da mucho gusto terminar mi carrera dentro de esta agrupación”.
Las canciones que más prendieron fueron Más que Amor, Shabadaba y Enloquéceme, con la cual se despidieron del público. Sin embargo, la clásica petición de otra canción los obligó a regresar al escenario y lo hicieron para interpretar Calendario de Amor, Te Quiero Tanto, con el acompañamiento de Memo Méndez Giú; y para cerrar definitivamente, el más reciente sencillo No me Voy.
Sin embargo, todavía había una sorpresa y ésta no era para el público sino para OV7: un mariachi apareció para interpretar Las Golondrinas y desatar el llanto entre los siete cantantes, quienes recibieron la visita de una paloma blanca que se postró ante sus pies y que voló unos segundos después hacia el público.
El clima fue perfecto, ya que el cielo se encontraba despejado y en ningún momento amenazó con llover.
Termina la historia
on el concierto que ofrecieron la noche del sábado en el Zócalo, culminaron 14 años de carrera para los integrantes de OV7. Se acabó una era musical en México, la de los grupos que no sólo son capaces de llenar más de siete veces el Auditorio Nacional y de vender más de cinco millones de discos, sino de imponer moda entre los jóvenes.
Al igual que Timbiriche en su momento, OV7 marcó, por ejemplo, el uso de las donas de colores para sujetarse el cabello y estilos de baile con temas como Shabadabada, Love Colada y Más que Amor.
OV7, asegura el productor Memo Méndez Guiú, fue para la generación que nació en los 80 lo que Timbiriche significó para los jóvenes de los 70.
“Tienen diferencias, pero en general, los dos dejaron una huella muy parecida entre sus seguidores”, agrega quien fuera compositor de Timbiriche y de lo que fue Onda Vaselina, hasta 1998. Con más de 500 canciones grabadas por artistas como Benny, Sasha y Thalía, Méndez Guiú fue en parte responsable del nacimiento de la agrupación. “Le sugerí a Julissa que los lanzara como grupo de pop porque como habían sido seleccionados para ser un grupo teatral, y pertenecían a Televisa, los programadores de radio no los querían tocar por la relación con la televisora.
Fue hasta el disco Hoy (en el que trabajó en la producción) que tomaron una imagen de grupo más unido y que consolidaron con Entrega Total”, explica Méndez Guiú.
Autor del tema “Te Quiero Tanto, Tanto”, el compositor y productor señala que OV7 consiguió más credibilidad como agrupación cuando grabó el álbum donde se incluye precisamente esta balada.