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MÉXICO, DF.- Luego de varios meses de anuncio, Regina, la historia original de Antonio Velasco Piña abrió el telón y si bien no es el mejor musical del momento resalta la innovación de tecnología multimedia.
El estreno fue el viernes, en el Teatro San Rafael, que por cierto es el más grande de la capital mexicana (1,300 butacas).
La primera función con teatro lleno y de público; no como en otras ocasiones con invitados especiales y prensa.
La gran mayoría de la gente iba con la expectativa: ¿Qué será Regina?, -todavía no entiendo de qué se trata-.
En fin, muchas dudas que fueron resueltas con el transcurso del montaje dirigido por Rafael Perrin.
Basada en la novela de Antonio Velasco Piña, la historia transporta al espectador desde el México actual, hasta las Pirámides de Teotihuacan en 1968 y al Monte Kailas, en la Meseta del Tíbet, en 1954.
La historia comienza en la Ciudad Inhumana, cuando Antonio (Jano) un periodista que es víctima de la delincuencia, acude a la delegación a denunciar el ilícito, pero se topa con un sistema corrupto.
En su desesperación, va al Ángel de la Independencia, y de pronto, aparece un niño de la calle que le regala un boleto para ver Regina..., por lo que Antonio abandona el escenario y ocupa una de las butacas del Teatro.
A lo largo de la obra, una voz en off avisa al público en qué momento histórico se desarrolla cada escena, y los acordes de la orquesta que dirige Juan Manuel Miguez sirven como enlace entre cada una de ellas.
Después de 30 minutos de iniciada la función, Regina (Lucero) aparece en el escenario vestida a la usanza tibetana: falda larga, un blusón y un delantal en colores sobrios y con el cabello trenzado.
Y luego de ser presa durante la invasión china al Tíbet en 1965, regresa a México el 21 de marzo de 1968 a encontrarse con los cuatro guardianes de las culturas maya, náhuatl, zapoteca y olmeca.
En esta escena, la protagonista luce un vestido blanco, un penacho y una pechera confeccionados con plumas de ganso, atuendo que fue el más aplaudido de la noche.
En más de dos ocasiones, la protagonista interactuó con el público, por ejemplo cuando pidió que los asistentes se pusieran de pie para simular la Marcha del Silencio realizada el 13 de septiembre de 1968.
Para recrear esta escena, las paredes y el escenario del Teatro San Rafael se transformaron en la Plaza de la Constitución, y como fondo la Catedral Metropolitana, lo que provocó una de las ovaciones más fuertes de la velada.
En la obra, la misión de Regina consiste en "despertar" a los volcanes Popocatépetl e Ixtaccíhuatl como una forma de sacudir la conciencia de los mexicanos.
Sin embargo, La Mujer Dormida no despierta, y Regina, al ser la Reina de México, decide "sacrificarse" por sus hijos en Tlatelolco, en 1968.
En el primer número musical titulado Ciudad Inhumana, los actores le dan vida a seres dispersos que visten dos tipos de ropa diferente al mismo tiempo.
La precisión en los movimientos del reparto integrado por cerca de 30 actores bailarines y cantantes podría ser mejor. Sin embargo, Regina tiene cosas tan rescatables como la participación de Danna Paola, una pequeña que conmueve al respetable con tan sólo escuchar los primeros acordes de sus temas.
Desde el inicio de la preproducción, el encargado del montaje, Antonio Calvo, prometió que Regina tendría "cosas espectaculares" y en eso tenía razón; sobre todo en el sentido de la utilización de los multimedia que visten de forma particular este musical.
Por momentos el escenario se convierte en una cárcel china, en la catedral metropolitana o con los recursos tecnológicos, todo el Teatro San Rafael representa el primer cuadro de la ciudad, incluido el Palacio Nacional y Palacio de Gobierno.
La primera función para público se vio opacada por momentos por fallas de sonido en bocinas y micrófonos.
Tal vez la mayor expectativa era ver a Lucero en lo que representó su debut en teatro tras 20 años de carrera profesional.
En cuanto a la interpretación de sus temas, Lucero confirmó que la voz que ha compartido con el público es capaz de llenar el San Rafael. Sin embargo en un par de escenas su actuación fue cuadrada y le faltó proyección escénica.
Al final de la función la gente terminó aplaudiendo de pie a Regina, un musical netamente mexicano.
CUADRO
Los personajes:
El esfuerzo de Regina por despertar al volcán Ixtaccíhuatl fue en vano, pero no el de Lucero, quien logró convocar a mil 400 "testigos" a su debut teatral con la obra Regina, un Musical Para Una Nación que Despierta, que se estrenó anoche en el Teatro San Rafael.
-Regina (Lucero)
Nace el 21 de marzo de 1948. Antes de esa fecha fue reconocida por un Lama como una ‘Dakini’ (ser superior con facultades especiales para controlar la naturaleza).
-Tagdra Rimpoche (Moisés Suárez)
Es el primer ministro del Dalai Lama y se encarga del cuidado de Regina, considerada reina del Tíbet y de su país (México).
-Antonio (Jano)
Encarna a un periodista que es víctima de la delincuencia y la corrupción en la Ciudad Inhumana.
FUENTE: Agencias