SUN-AEE
DURHAM, EU.- La joven mexicana Jessica Huerta Santillán sufrió un derrame cerebral, luego del segundo trasplante de corazón y pulmón que recibió ayer, informó el hospital de la Universidad de Duke.
Ayer se le realizarón ecografías para determinar el alcance de la nueva complicación, que también le ha causado una hinchazón del cerebro, dijo Renne McCormick, portavoz de la fundación Jessica’s Hope Chest, que recaudó fondos para el tratamiento de la joven en el Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham.
El estado de Jessica, de 17 años, “es crítico”, según un comunicado del hospital. “El equipo médico está combatiendo esta ultima complicación y continuará supervisando de cerca su estado neurológico”, señala.
El ambiente de preocupación contrastaba con el optimismo que se vivió el jueves en un hotel de Durham, Carolina del Norte, en el que familiares y amigos de Jessica se reunieron tras efectuarse el segundo trasplante de órganos a la joven, que había estado al borde de la muerte.
Jessica estuvo en la noche del miércoles en estado crítico, después de que el pasado día siete le fueran trasplantados por error los órganos de una persona con un tipo de sangre incompatible con el suyo.
Con los nuevos trasplantes, todo parecía indicar que la joven mexicana tenía buenas posibilidades de recuperarse. Pero ahora, con las nuevas complicaciones, ha regresado a una situación de vida o muerte.
La familia de Jessica se trasladó de la población de Tamazula en Jalisco, México, a Louisburg, Carolina del Norte, hace unos tres años, después de no encontrar en la zona de Guadalajara la atención médica adecuada para la menor.
Según Magdalena Santillán, madre de la adolescente, llegaron a Estados Unidos como indocumentados pero gracias a la ayuda de familiares y otras personas, entre ellas el ex senador Jesse Helms, lograron quedarse en el país con el único objetivo de salvar la vida de Jessica.