TORREÓN, COAH.- La avenida San Carlos y otros puntos de la colonia Nueva California, se han convertido en centros de concentración de vagos y malvivientes que afectan la tranquilidad de esta parte de la ciudad, aunque en algunas cerradas el consumo de alcohol y el comportamiento escandaloso de los bebedores, sobre todo los fines de semana, impide conciliar el sueño de muchos vecinos.
Uno de los habitantes, Ramón Ramírez, quien soñó con tener una casa digna, segura y un lugar tranquilo para vivir, no se explica por qué esa forma de convivencia de la mayoría de la gente en distintos puntos de este sector... En ocasiones es una total falta de respeto al descanso ajeno.
Hay vecinos que desde que sale el sol tienen los aparatos de sonido a todo volumen sin importar que mucha gente trabaja de noche y debe descansar durante el día, pero también gente que ocupa sus casas para pachangas ruidosas, principalmente los fines de semana, que terminan hasta que sale el sol sabatino o dominical, añade.
Sin embargo, el problema en el sector se agravó desde que empezaron a reunirse a lo largo de la avenida San Carlos los grupos de jóvenes, muchos con ropa de “cholos”, para alterar el orden y consumir todo tipo de droga, desde resistol hasta mariguana, asegura.
Se sabe, agregó, que hay muchachos que bajan de la colonia Aviación y durante el día se han registrado problemas con alumnos de las escuelas secundarias ahí cercanas, como la Técnica 77 y hasta la ubicada en San Felipe.
Lo lamentable es que se observan niños de 11 y hasta 14 años, además de jóvenes no mayores de 17 que ya echaron a perder prácticamente sus vidas sumergidos en el consumo de drogas.
El temor de los vecinos de la Nueva California es que se incremente el número de robos en casas habitación, tomando en cuenta los reportes de la misma Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), que reconoce que en los últimos meses, este tipo de delitos va en aumento en este sector.
Bebedores escandalosos
Por otra parte, mencionaron que en algunas cerradas se reúnen personas consumidoras de cerveza y vino, sobre todo los fines de semana, las cuales se acompañan con grabadoras o hacen funcionar sus equipos de sonido a todo volumen desde adentro de sus casas, impidiendo el descanso de los vecinos.
Lo grave es que el tipo de construcciones en este fraccionamiento, permiten que todo lo que se dice en una casa se escuche en la vivienda de al lado y por ello la intranquilidad que prevalece durante la semana, pero con mayor intensidad, los viernes y sábados.
Ramón Ramírez consideró que es necesario que las autoridades preventivas municipales y federales, intensifiquen en el sector las campañas contra la venta indebida de bebidas alcohólicas y droga, pues conseguir este tipo de enloquecedores es tan fácil, como tratar de comprar un litro de leche, aseguró.