Los Ángeles, EU.- Los californianos, que empezaron caminando las arenas del rap y del nü metal, hoy no escatiman en creatividad. Por eso en su último material exploran territorios impensados para muchos de sus colegas, y a punto de largar su nueva gira se animan a afirmar que ‘la música no debería ser categorizada’ y que admiran tanto a Jimi Hendrix como a Phil Collins o al conguero Poncho Sánchez.
Dos años después de editar el exitoso disco Infest (2000), cuando ya muchos los habían encasillado bajo el rótulo del ‘rap rock’ -una suerte de movimiento musical que en muchos casos funciona como un simple sinónimo de nü metal-, los integrantes de Papa Roach sorprendieron a todos los que dudaban de su personalidad artística al lanzar un álbum que se alejaba prudentemente de las arenas hip-hoperas para asumir un estilo bastante más cercano al de la vieja escuela hardrockera.
En LoveHateTragedy, su más reciente placa, el conjunto del norte de California explora terrenos en los que muchos de sus contemporáneos no ponen siquiera pie, sin limitarse únicamente al rock pesado, ya que ciertos patrones rítmicos de la batería siguen incluso una línea semejante a las canciones perpetradas por una vieja leyenda del pop.
“Sí, debo admitir que Phil Collins es una influencia en mi forma de tocar”, señala sin reticencia Dave Buckner, encargado de los parches en la banda. “Para mí, la música no debería ser categorizada. Si escucho algo que me gusta, no tengo miedo de usarlo en lo que yo mismo hago. Mis primeras clases de batería fueron con una instrumentista de jazz. Aprendí a tocar rock siguiendo los discos de Led Zeppelin y Jimi Hendrix, pero soy también admirador de Poncho Sánchez (el célebre percusionista mexicoamericano)”.
De hecho, el título de uno de los discos de Sánchez, Papá Gato, sirvió de inspiración para el nombre de la banda. “Yo escuchaba mucho ese álbum y tocaba la batería siguiéndolo”, asegura de nuevo Buckner. “Lo de Roach vino de parte de Jacoby Shaddix (el cantante), porque ése era el apodo de su abuelo”.
A pesar de todos sus esfuerzos por definir una identidad propia, los Papa Roach saben que no tienen aún el camino totalmente allanado. Acaban de culminar una gira europea con Red Hot Chilli Peppers, una de sus bandas favoritas, pero antes de que se iniciaran las presentaciones, algunos de sus miembros expresaron públicamente cierta preocupación por lo que podría ocurrir en ellas.
“Habíamos escuchado rumores de que los seguidores más acérrimos de RHCP no estaban precisamente entusiasmados con nuestra participación, pero creo que una vez que ocupamos el escenario cambiamos la forma de pensar de mucha gente”, explica el guitarrista Jerry Horton.
“Muchos de los que fueron a esos conciertos no nos conocían realmente, ni como grupo ni como seres humanos, pero cada noche frente a ellos dimos el 100 por ciento de nosotros, y eso nos llevó a obtener muy buenas reacciones. Creo que hicimos bien nuestro trabajo”.
Todo ello parecería indicar que el grupo sigue intentando aún ganarse el respeto de los miembros más ásperos de la comunidad rockera. “Es cierto, pero lo único que va a permitir que eso suceda es seguir por mucho tiempo en el camino, escribiendo buenas canciones y haciendo buenos discos”, confirma Horton.
“Hemos tenido shows excelentes en los últimos seis meses, casi todos con entradas agotadas”. Para Buckner, lo primordial es que los mismos integrantes del conjunto respeten lo que están haciendo: “Uno debe sentirse contento con lo que produce, y nosotros hacemos lo que sentimos en el corazón. Eso nos da la seguridad de que estamos haciendo lo correcto. Es cierto que el disco anterior suena distinto al nuevo, pero queremos a los dos, porque ambos son como nuestros hijos”.
Uno de los elementos más llamativos en el grupo se llama Jacoby Shaddix, antes conocido como Coby Dick. El explosivo vocalista no es sólo conocido por su enérgica actuación en los shows y por sus reacciones temperamentales -en el Ozzfest 2001 se golpeó la frente con el micrófono hasta hacerla sangrar luego de que los fanáticos de Osbourne le exigieran de mala forma que abandonara el escenario-, sino también por componer transparentes letras de orientación autobiográfica en las que desnuda muchos hechos de su privacidad familiar.
Es probable que Shaddix haya exorcizado cada uno de sus demonios personales en alguna canción, como es el caso del divorcio de sus padres (Broken Home), sus problemas con el alcohol (Binge) y hasta las complicaciones de su vida marital (She Loves Me Not).
“Hay poca gente que escribe sobre lo que pasa en sus propias vidas, y eso es lo que hace a Jacoby tan especial”, enfatiza Horton. “El habla acerca de lo que le ha pasado, de lo que conoce, y eso lo vuelve muy honesto con el público. Somos buenas personas, y siempre estamos haciendo nuevas amistades”.
Evolución y tragedia
LoveHateTragedy dejó de lado las influencias hip-hoperas más marcadas en el grupo -sobre todo en el aspecto vocal- para concentrarse en un estilo cercano al hard rock tradicional. “Antes de hacerlo tomamos la decisión de cambiar, pero no es que decidiéramos apartarnos del rap, porque no ha sido así”, dice Horton.
“Aparte de AC/DC, que es un caso muy especial, las bandas que llevan tocando ya buen tiempo cambian a través de los años. Queremos crecer constantemente y mantener las cosas frescas, no sólo por nosotros, sino también por nuestros fans, porque son personas que crecieron con nosotros y que aprecian el hecho de que hagamos algo distinto”.
Poco después de lanzar un álbum de sonido tan rockero, Papa Roach inició el Anger Management Tour, una gira en la que todos sus compañeros de cartel (Eminem, Ludacris, X-ecutioners y Xzibit) pertenecían al universo del hip-hop.
“Alguna gente creyó que nuestro disco era como una declaración de que no queríamos saber más de esa música, y esa es una de las razones por las que hicimos el tour”, afirma Buckner. “Acabamos de grabar dos colaboraciones (con artistas relacionados al rap): la primera ha sido con Black Eyed Peas y la segunda con N.E.R.D., para la banda sonora de la película Biker Boyz. Además, aunque este álbum suene más rockero que el anterior, sigue teniendo las mismas influencias, sólo que distribuidas de otra manera”.
Para el guitarrista, el motivo principal que los llevó a embarcarse en dicho conglomerado fue porque se trataba de una gira grande, de perfil alto, que además les daba la oportunidad de ser la única banda de rock presente, lo que de una u otra forma los llevaría a destacar entre las demás propuestas. “Estamos tratando de llegar a distintas audiencias, y lo hemos hecho de manera progresiva: primero estuvimos en el Warped Tour, un festival punk donde fuimos el grupo metal; luego estuvimos en el Ozzfest, un festival metal donde fuimos el grupo punk. El siguiente paso lógico era estar en una gira de hip-hop donde fuéramos simplemente una banda de rock”, razona Horton.
Aunque los trabajos oficiales de Papa Roach son sólo dos -los mencionados Infest y Lovehatragedy, ambos editados por el importante sello DreamWorks-, la banda contaba ya con una larga carrera que la llevó a editar cinco discos de manera independiente. Resulta bastante curioso el hecho de que la primera de esas placas llevará como título C... Bonita, sobre todo si se sabe que Buckner tiene ascendencia mexicana (“soy como de octava generación”, dice riéndose).
Pero la explicación, dada por el mismo baterista, da cuenta de un origen inesperado para tan curiosa denominación. “Venimos de un pueblo pequeño llamado Vacaville, en California, y empezamos como una banda de garage en la escuela. El título de ese disco viene de una experiencia que tuvo nuestro bajista (Tobin Esperance) en una clase de español. No le estaba prestando atención al profesor, y cuando éste le hizo una pregunta en ese idioma, la única respuesta que se le ocurrió fue: ‘No sé... ¿caca bonita?’ La clase estalló en risas, y nos pareció tan gracioso que se lo pusimos al disco. ¡Ahora nos damos más tiempo para pensar en los títulos, por supuesto!”
De campaña
Más allá de estas curiosas anécdotas, lo interesante de esa época a nivel musical es que fue el inicio de una propuesta que, en efecto, ha ido mutando estilísticamente a lo largo de los años. “Cuando recién empezamos éramos como una mezcla de los Chili Peppers con Metallica y Pearl Jam, y luego como una de 311 y Mr. Bungle”, recuerda Horton.
Durante los últimos días, los rostros de los integrantes de Papa Roach han desfilado en innumerables ocasiones por la pantalla chica gracias al nuevo comercial de una conocida bebida gasificada. La participación de grupos de rock en campañas publicitarias ajenas a sus quehaceres artísticos ha sido siempre motivo de polémica, pero el guitarrista considera que, en el caso de su banda, la decisión estuvo plenamente justificada:
“Al hacer ese comercial, cada uno de nosotros recibió un Lotus, y se nos dio la oportunidad de hacer un video sin costo alguno para nosotros, porque somos quienes actúan en él. Es probable que ya no participemos más en cosas semejantes, pero nos pareció que en este momento era lo adecuado”.
El mismo Horton, quien cuenta entre sus guitarristas favoritos a John Frusciante de Red Hot Chili Peppers, James Hetfield de Metallica y Kerry King de Slayer, asegura que la fama no es la motivación principal de la banda. “Realmente nos concentramos en la música y no prestamos demasiada atención a todo eso; es decir, está muy bien, porque estoy viviendo mi sueño”.
“No tengo que levantarme a las seis de la mañana cada día para ir a un trabajo que no me gusta, sino que puedo quedarme en la cama todos los días hasta las doce. No tengo que trabajar para otro, sino que lo hago para mí mismo”. Se detiene un momento para analizar su respuesta y aclara: “Trabajamos mucho, eso sí, porque estamos siempre de gira. El descanso más grande que hemos tenido en los últimos tres años ha sido de un mes”.
Pasar de ser una banda pequeña que debía ahorrar durante meses para grabar sus discos, a alcanzar el status internacional del que ahora goza, no es un hecho que haya pasado inadvertido para los integrantes del conjunto. “Hasta hace poco no habíamos tenido la oportunidad de detenernos y poder mirar hacia atrás, pero ahora ya sabemos bien cómo funciona todo. Nos hemos vuelto más astutos y somos mejores músicos”, dice Horton.
“Claro que nuestro crecimiento fue muy rápido, y eso hizo que se dieran grandes cambios en nuestras vidas. Pasamos de ser un grupo independiente a vender tres millones de discos; de ir de gira en una camioneta a hacerlo en dos autobuses; de recorrer lugares cercanos a nuestra ciudad a viajar a toda clase de sitios. Fue una verdadera locura, algo que a muchos grupos los llevaría probablemente a la separación o a hacer que los egos de sus integrantes se elevaran hasta el punto de desatar peleas. Pero nosotros hemos atravesado todo esto juntos, y eso nos ha hecho más fuertes. Somos muy buenos amigos desde la escuela, y creo que lo vamos a seguir siendo por mucho tiempo”.