EL SIGLO DE TORREÓN
¿Quién no ha probado una deliciosa taza de café? Ese fruto que ha traspasado las fronteras territoriales y que se ha convertido en el símbolo del sabor y aroma.
En esta época invernal es cuando más se antoja compartir esta bebida ya sea con los amigos, en pareja, o bien con los compañeros de trabajo.
Cualquier día de la semana es ideal para visitar los diversos establecimientos localizados en la ciudad, sin importar el frío de la noche. ¿Quieres saber a quién nos encontramos por esos lugares?, sigue leyendo.
Un grupo de amigas se reunió en un restaurante ubicado sobre la calle García Carrillo para celebrar la llegada de la Navidad y además, festejar el próximo cumpleaños de Susy de Buitrón -es el 25 de diciembre-. Las damas Martha Elena Becerril, María del Rayo Ibarra, Clara Gutiérrez, Hortensia de Hernández e Irma de Pelayo estaban súper adentradas en su plática y con una buena amiga... Una taza de café. Algunas pidieron capuchino y otras más americano, y todas coincidieron en que “les cayó de perlas” para calmar el frío.
A ese mismo sitio, por cierto muy acuartelado, acudieron en busca de una deliciosa bebida caliente los buenos amigos Monse Torre y Alain Cornú, dijeron que el café cae bien en toda ocasión y más si hay una buena plática, pero sin duda en esta época de frío un capuchino es sensacional.
Otros chicos que tomaban café capuchino eran Samir Pacheco y Rosa Angélica Ayma; ambos estaban bien metidos en su plática.
En otro restaurante del mismo giro, situado sobre la avenida Matamoros, se encontraban Perla Esparza Ochoa y Nadia Castellanos Favela, y para hacerle alarde al capuchino, pidieron dos tazas de esta bebida bien calientita.
Y desde Gómez Palacio se trasladaron a la misma cafetería, Michelle Rodríguez, Sofía Katsicas y Ale Muruaga, las tres son ex compañeras del Instituto Francés de La Laguna. Decidieron venir a Torreón ya que en casa el café no tiene el mismo sabor, comentaron. En resumen qué sabroso es el café, ¿no lo cree? No se pierda nuestro próximo recorrido, esté muy al pendiente.
Del Viejo Continente para el mundo
La planta de café es originaria de la antigua Etiopía en la República de Yemen. Su origen es algo confuso porque antiguas leyendas sobre el cultivo y la costumbre de tomar café, provienen de Arabia.
Los árabes fueron los primeros en descubrir las virtudes y las posibilidades económicas del café. Esto fue porque desarrollaron todo el proceso de cultivo y procesamiento de éste y lo guardaron como un secreto tratando de evitar la extradición de cualquier semilla.
El café comenzó a conquistar territorio en el mundo como la bebida favorita en Europa, y llegó a Italia en 1645 como cortesía del comerciante veneciano Pietro Della Valle. La gente de Inglaterra comenzó a tomar café en 1650 gracias al negociante Daniel Edwards, quien fue el primero que abrió un establecimiento de venta de café en ese país.
La más fuerte y aceptada de las leyendas acerca del descubrimiento del café hace referencia a un pastor llamado Kaldi quien al darse cuenta del extraño comportamiento que tenían sus cabras después de que habían comido la fruta y las hojas de cierto arbusto saltaban muy excitadas y llenas de energía.
Entonces Kaldi para verificar por qué habían reaccionado así, probó las hojas del arbusto, y al rato sintió mucha energía.
Después el pastor llevó algunos frutos y ramas de ese arbusto a un monasterio. Allí le contó al Abad la historia de las cabras y de cómo se había sentido después de haber comido las hojas. El Abad decidió cocinar las ramas y las cerezas; el resultado fue una bebida muy amarga que él tiró de inmediato al fuego. Cuando las cerezas cayeron en las brazas empezaron a hervir, las semillas verdes que tenían en su interior produjeron un delicioso aroma que hicieron que el Abad pensara en hacer una bebida basada en el café tostado, y es así como nace.