YOLANDA RÍOS RODRÍGUEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Es una mala alternativa, pero es la única. El elevado incremento en la tasa de empleo informal en el país, no es otra cosa que el fiel reflejo de la grave pérdida de empleos, resultado del hostigamiento vía impuestos del Gobierno hacia los empresarios.
Y es que ciertamente vivimos el “tiempo del cambio, pero hacia atrás”, según Víctor Alducin Flores, presidente del organismo empresarial Desarrollo de La Laguna.
Al gobierno no le ha importado que cada vez más negocios cierren, sobre todo a nivel de pequeños y medianos, que mucha gente se ha quedado sin empleo a causa de una política económica insensible, férrea y sin visión.
“Estoy de acuerdo en que la gente debe buscar su subsistencia a costa de lo que sea y que incorporar-se a la llamada economía informal es mucho mejor que caer en la delincuencia, no es que yo lo apoye pero es la mejor alternativa para ellos”.
El que crezcan las cifras de vendedores ambulantes, de gente que se subemplea en esto y en lo otro, se manifiesta a diario en los propios periódicos donde decenas de personas ofrecen sus servicios mediante un número de teléfono celular.
Si en la actualidad más de once millones de mexicanos sobreviven en la informalidad de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, va aparejado con la pérdida de empleos, porque el gobierno no sólo ha dejado de apoyar financieramente a las empresas, ahora las hostiga requiriéndoles más y más impuestos.
Es una gran mentira que los niveles de pobreza en el país se han abatido, pues eso será “en lo que respecta a la economía del presidente Vicente Fox, que evidentemente sigue viviendo su Foxilandia”.
Víctor Alducin fue más categórico al afirmar que las promesas de mejorar la calidad de vida de los mexicanos, de que “los mexicanos y las mexicanas tendrían empleos, sólo quedó en eso, en meras promesas”.
Como nunca antes el empleo informal se encuentra en auge y debe ser indicativo para el Gobierno Federal, que “ya debe aterrizar acciones de cambio, modificar los esquemas de administración, cumplir cabalmente su trabajo de Estado y dejar a un lado funciones empresariales”.
Para el representante empresarial, lo anterior abarca hacer algo con la Comisión Federal de Electrici-dad, con el Instituto Mexicano del Seguro Social, que es un instituto quebrado e igual con Petróleos Mexicanos.
Generar riqueza es pues la clave y mientras el gobierno no lo entienda así, seguiremos hacia atrás.