Esta ha sido una semana para olvidar en el futbol mexicano a nivel internacional pues en la presentación del equipo mexicano en su proceso hacia Alemania 2006 así como las de Cruz Azul y Pumas en Copa Libertadores han resultado frustrantes.
En primer término, el equipo nacional no pudo superar con atingencia la durísima marca del cuadro bajo argentino y redondeó un cero en el marcador del Coliseo de Los Ángeles; lo rescatable fue la dinámica con que se jugó pero parece estar lejos el ideal futbolístico que Lavolpe deseará alcanzar con el Tri. Por su parte la albiceleste de Marcelo Bielsa sacó casta, recursos y patadas para acabar imponiendo su ley en un partido que, de amistoso, sólo tuvo el nombre.
Dos jugadores mexicanos demostraron, una vez más, su pequeñez de carácter y no estar aptos para representar a México: Juan Pablo Rodríguez y Jesús Olalde. Es evidente que para jugar ante un equipo como Argentina se necesita, además de futbol, agallas y este par de jugadores no tienen el empaque para asumir riesgos y responsabilidades. Seguramente durante el proceso de prueba los seguiremos viendo y desde hoy afirmo que no pasará nada con ellos.
En fin, que es prematuro para hacer juicios definitivos del conjunto pero duele arrancar con una derrota.
Los Pumas de la Universidad visitaron al Gremio de Porto Alegre y estuvieron a un tris de traerse el empate; sólo esa inocencia y falta de manejo de partido que caracteriza al futbol mexicano lo impidió. Mire usted que cometer una falta absurda en los límites del área, en tiempo de compensación, es una invitación a que te ganen el encuentro.
Sin embargo, creo que los pupilos de Hugo Sánchez son los mejor librados en esta semana negra ya que propusieron el partido, impusieron su ritmo y obligaron a los locales a un esfuerzo mayor al que quizá habían supuesto. Ahora el cuadro auriazul deberá ser infalible en casa para aspirar a calificar junto a los brasileños.
La Máquina Celeste cayó en la más absoluta inoperancia en su visita a Sao Pablo y obvio, perdió el partido. Se puede caer pero luchando y Cruz Azul no lo hizo pues se limitó a buscar el gol mediante centros, balones altos que siempre ganó la zaga paulista y pases cortos que el receptor tomaba de espaldas al arco rival.
El único que se la partió en serio fue Gutiérrez y salió de cambio; Palencia intentó en vano contactar con el resto y los demás, mejor ni hubieran hecho el largo viaje. Puede ser que perder en Brasil se tome como un riesgo calculado pero debe preocupar el deplorable funcionamiento.
Un dato interesante: En tres partidos internacionales los cuadros mexicanos anotaron sólo dos goles; uno de Leandro, brasileño de Pumas y otro, de un central como Joaquín Beltrán.
Por eso los primeros lugares en el goleo del torneo local lo ocupan tradicionalmente extranjeros; lástima que no se pueda seleccionar al "Loco" Abreu o a Cardozo.
Para acabarla de amolar en esta semana negra tampoco los "Cañeros" de Los Mochis las han tenido todas consigo en la Serie del Caribe. Por favor, esta semana, ¡ya no hay que salir al extranjero!.