María Félix “hechizó, apasionó y conmovió al público mexicano”
Conaculta
MÉXICO, D. F.- A decir del crítico e historiador cinematográfico David Ramón, hay personajes que poseen una juventud permanente. María Felix, aseguró, es el caso, porque desde su primera aparición en la pantalla grande, en la película El Peñón de las Ánimas (1942) hasta nuestros días, no ha dejado de hechizar, apasionar y conmover al público mexicano.
Durante la charla de café titulada María Félix: Estrella, Diva y Mito del Cine Mexicano, celebrada en días pasados en la Cineteca Nacional, David Ramón dijo que “La Doña” es una obra de arte viviente, un mito al que el pueblo mexicano identificó “como el ideal de la belleza, la voluptuosidad, lo fastuoso y lo sagrado”.
María Félix, comentó, no sólo fue una diosa, una diva, una artista, una musa y una celebridad, fue una mujer de asombrosa fuerza que gracias a su intuición e inteligencia supo agrandar el mito que se construyó en torno a ella.
En el cine, bajo la guía de importantes directores como Miguel Zacarías, Fernando de Fuentes, Emilio “El Indio” Fernández, Ismael Rodríguez, Jean Renoir y Jean Cocteau, “La Doña” siempre alternó con las máximas figuras de la época, como Dolores del Río, la otra diva, Pedro Armendáriz, los hermanos Soler, Jack Palance, Julio Alemán, Pedro Infante, Gerard Phillipe, Arturo de Córdova y Jorge Negrete.
Dentro del escenario artístico e intelectual, David Ramón recordó que siempre estuvo rodeada de célebres personajes quienes demostraron su pasión por ella: destacan Diego Rivera y Frida Kahlo, el escritor venezolano Rómulo Gallegos, Agustín Lara, Salvador Novo, Leonora Carrington y el joven escritor francés Jean Cau, quien la presentaría con el filósofo francés Jean Paul Sartre.
“Gracias a su paso arrollador en el cine y dentro de la vida pública, María Felix se construyó un texto, una narración fantástica que la llevó a ser junto con Dolores del Río y la Virgen de Guadalupe, una de las figuras femeninas más importantes de México”.
Por ejemplo, explicó, en la película Río Escondido en la que representa a una maestra rural, encarna el ideal vasconcelista; “hay una escena en la que con un pequeño en brazos dice: este niño es México. A través de varios personajes, todos con la belleza agresiva y ofensiva que la caracterizaba, representó los ideales patrios. Esa es una de las grandes aportaciones de María Félix al cine nacional.
Respecto a la opinión del presidente de la República Vicente Fox, quien consideró a “La Doña” como una “precursora de la democracia”, David Ramón dijo que este comentario es causa de muchas interpretaciones. “Efectivamente, María Félix lo fue, porque a través de su tenacidad y carácter indomable, se erigió como un paradigma de liberación cuando a la mujer todavía no se le concedía el derecho al voto. En ese sentido, por supuesto que sí fue precursora de la democracia”.
Entre el público que asistió a la charla de café, varias personas comentaron haberla conocido. Un admirador recordó cuando a la edad de dieciocho años, vio a la diva descender de un auto negro: “Al bajar del vehículo, quedé paralizado, no supe que hacer”, dijo, “porque tuve la sensación de que María Félix no era de este mundo. Llevaba un traje rosa y en ese momento me pareció haber visto a la Virgen”.