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LA PAZ, BOLIVIA.- Alarmados por las pérdidas y la falta de soluciones, los empresarios de La Paz buscaron ayer un diálogo directo con la Central Obrera Boliviana (COB) en un intento por pacificar la región, asediada por protestas desde hace más de tres semanas.
"No somos negociadores ni mediadores, queremos procurar un encuentro (entre gobierno y sectores en conflicto) para pacificar a La Paz", dijo el presidente de la patronal de esta ciudad, Bernand Abendroth.
Aunque no hay una cuantificación de las pérdidas por las protestas en contra de la exportación del gas y la petición de renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, los empresarios paceños dicen que los daños son "enormes" para el comercio y el turismo.
"El turismo en La Paz está desapareciendo. Es la industria más importante que tenemos. Ya fueron canceladas la plazas para esta ciudad como destino turístico", dijo.
Anualmente, el flujo turístico en Bolivia genera ingresos superiores a los 160 millones de dólares. La Paz es uno de los principales destinos.
"Tenemos más del 80 por ciento de pérdidas para el año. El problema no es hoy día sino mañana", dijo Juan Luzio uno de los mayores empresarios de rubro. "Yo no le haría un juicio a Felipe Quispe (dirigente campesinos), sino al gobierno que es el que debe dar garantías", acotó.
La semana pasada, artesanos que viven de esa actividad salieron a protestar contra las cotidianas marchas pidiendo paz y el fin de los conflictos.
La región del lago Titicaca, el principal refugio turístico de esta ciudad, está cerrada desde hace más de tres semanas por el bloqueos de rutas.
Hace cuatro días los cocaleros de la región subtropical de Yungas, otras zona de alta atracción de turística, cerraron el camino que une con esta ciudad por disputas con otro grupo de campesinos de la región que también quieren sembrar y comerciar coca.
En su empeño pacificador, los empresarios también se reunieron con el dirigente campesino y diputado, Felipe Quispe, que mantiene un bloqueo en la región altiplánica aledaña al Titicaca.
Abendroth dijo que se reunieron también con el gobierno para persuadirlo a buscar rápidas soluciones al conflictivo clima social. "Queremos que la tranquilidad vuelva a La Paz que se ha tornado insegura", acotó.
En Los Yungas cientos de campesinos pobres han tenido que votar la producción de cítricos y verduras que no pudo llegar a esta ciudad por el bloqueo de rutas a 98 kilómetros de la ciudad.
El transporte de pasajeros a las ciudades del interior ha caído en picada a pesar de que no hay bloqueos en la principal carretera, por el temor de los transportistas de autobuses a sufrir ataques de campesinos exaltados.
Más de tres mil toneladas de azúcar cuya destino es Estados Unidos quedaron retenidas a medio camino hacia el puerto chileno de Arica por un bloqueo en la vía férrea, dijo Mariano Aguilera de la azucarera Guabirá.