Reuters
londres, inglaterra.- El primer ministro británico, Tony Blair, y su gobierno no engañaron al Parlamento ni fabricaron pruebas para justificar la guerra en Iraq, concluyó ayer una comisión parlamentaria.
Sin embargo, el informe de la Comisión de Asuntos Exteriores del parlamento británico, que investigó una denuncia de la BBC de que funcionarios oficiales exageraron evidencia sobre las armas iraquíes, dio argumentos tanto al gobierno como a la cadena pública de radio y televisión.
La agria controversia, en torno al argumento central de los gobiernos británico y estadounidense para ir a la guerra contra Saddam Hussein, ha dañado la credibilidad y popularidad de Blair, especialmente porque hasta ahora no han sido encontradas las supuestas armas de exterminio iraquíes.
El informe de ayer no resolvió el enfrentamiento entre el gobierno y la BBC y ambas partes dijeron que habían sido reivindicadas.
En mayo, la BBC citó fuentes anónimas de inteligencia que dijeron que Alastair Campbell, jefe de comunicaciones de Blair, había incluido en un informe oficial de septiembre pasado la aseveración de que las armas de exterminio iraquíes podían ser desplegadas en 45 minutos.
“Concluimos que Alastair Campbell no jugó ningún papel en la inclusión de la argumentación de los 45 minutos en el informe de septiembre”, dijo el informe de la comisión.
El informe sólo fue aprobado con el voto decisivo del presidente de la comisión, quien pertenece al gobernante Partido Laborista. Legisladores opositores en la comisión dijeron que no había evidencia suficiente para exonerar a Campbell del cargo de haber exagerado el informe de inteligencia.
Blair dijo que la denuncia de la BBC era un ataque directo a su integridad y a su gobierno, y demandó de nuevo ayer una disculpa, pero la cadena dijo que el informe de la comisión había justificado su decisión de transmitir la denuncia.
El informe dijo que el gobierno concedió demasiada importancia, en el informe de septiembre, a la aseveración del despliegue de armas en 45 minutos y señaló que “el juicio estaba todavía abierto” sobre la calidad del documento de inteligencia.
La comisión reprendió también al gobierno por un segundo documento publicado en febrero que Blair presentó al Parlamento como nueva información de inteligencia, aunque algunos extractos fueron plagiados de una tesis académica.
“El primer ministro... tergiversó su estatus”, dijo la comisión refiriéndose al documento, pero añadió: “Los ministros no engañaron al Parlamento”.
Blair tenía previsto comparecer el martes ante otra comisión parlamentaria para ser interrogado sobre los expedientes iraquíes.