Milán, Italia.- La empresa italiana de lácteos Parmalat Finanziaria SpA estudiará en los próximos días la posibilidad de declararse en bancarrota para protegerse de sus acreedores, comentó ayer a la agencia Dow Jones Newswires una fuente familiar con la situación.
La compañía, que está a un paso de suspender sus obligaciones financieras, causó revuelo en los mercados el viernes cuando declaró que Bank of America Corp. no tenía cuatro mil 910 millones de dólares que Parmalat había reportado en sus libros en septiembre.
Bank of America emitió después un comunicado en el que negó tener conocimiento de la autenticidad de un documento, que señalaba que una filial del grupo lechero, Bonlat Financing Corp., tenía fondos por cuatro mil 910 millones de dólares en efectivo y en bonos al portador en su cuenta hasta el 31 de diciembre de 2002.
El presidente y director ejecutivo de Parmalat, Enrico Bondi, está realizando una serie de reuniones el domingo con asesores, abogados y contadores, dijo el informante que habló con Dow Jones.
“La gerencia decidirá durante el transcurso del fin de semana cuál es el mejor procedimiento de bancarrota para proteger el negocio”, dijo la persona en condición de anonimato.
El sábado, la policía allanó la casa de un contador de Parmalat y se llevó varias cajas de documentos. Fiscales en Milán están estudiando si hubo fraude en los libros de la empresa.
El gobierno italiano anunció que estaría dispuesto a ayudar a Parmalat.
“La situación es muy seria”, dijo Berlusconi en una rueda de prensa. “El gobierno intervendrá para rescatar a la empresa y salvar puestos de empleo”.
Parmalat, cuyas ventas anuales son de alrededor de nueve mil 200 millones de dólares, produce y vende leche, yogurt, jugos y otros productos alimenticios en Europa, Estados Unidos, América Latina y otras partes del mundo. Su deuda bruta asciende a siete mil 300 millones de dólares.
Berlusconi no especificó qué medidas podría adoptar el gobierno para evitar la quiebra de Parmalat.
El sistema italiano fue golpeado por la cesación del pago de la deuda de Argentina, y recientemente, por la crisis de otra compañía alimenticia, Cirio Finanziaria, que dejó de pagar una deuda en bonos de mil 100 millones de euros (mil 300 millones de dólares) y generó así cuestionamientos sobre la eficiencia de las autoridades reguladoras existentes.
Unos 30 mil italianos poseían títulos de la empresa de lácteos.