EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Entre pedazos de cartón, papel periódico y cobertores sucios, rodeado de botellas vacías de Las Cañitas y de Supra Mezcalito, despierta y asoma el rostro Fermín González “El Min”, músico en su tiempo, hoy enfermo alcohólico.
Son las 9:30 de la mañana y la temperatura es de 11 grados sobre cero, pero en ese momento su principal problema no es soportar el frío, sino buscar alguna bebida para evitar que llegue la cruda.
En las puertas del antiguo cine Torreón, en Galeana y Abasolo, Fermín inicia el domingo, nadie lo acompaña, el lugar despide fétidos olores, pues a escasos dos metros una pequeña barda donde funcionaba la taquilla ha sido habilitada como sanitario.
Cuatro desgarrados sillones, dos individuales, rodean el área de escalones en la puerta principal, convertida en recámara pública para quienes ahí tienen su único refugio que les permite pasar las noches y hacer frente a las bajas temperaturas de esta temporada.
Fermín se sienta sobre los escalones. “Soy alguien más que habita este planeta, hace mucho tiempo tocaba la batería”, susurra, pero de inmediato se levanta y se dirige a la miscelánea que se ubica en contra esquina, donde trata de obtener la primer limosna del día: un refresco que aligere el sabor del alcohol que queda en la botella de plástico con tapa roja.
A paso lento y haciendo señales a los automovilistas para que le cedan el paso, cruza la calle esta persona que tiene más de diez años viviendo en cualquier parte.
Los vecinos del citado crucero pasan por el lugar sin inmutarse, pues están acostumbrados ya a la vida que invadió este sector. “Desde que cerraron el cine Torreón, algunas personas que se quitaron la responsabilidad de sus familias, consumidos por el alcohol, convirtieron esta sala en su casa”, sostiene el peluquero del lugar y agrega: “Conozco a unos cuantos, pero no a todos, no sé de dónde vienen, pero eso no es vida... ¿verdad?”.
Fermín por fin regresa después de su fallido intento por conseguir un refresco, renuente a entablar un diálogo, reniega por el malestar que siente en sus ojos muy irritados, rodeados de lagañas. “Los polis cada vez que me ven me echan gas”, explica.
Más adelante, toma un poco de confianza y cuenta cómo le hace para sobrevivir. “La gente me ayuda, me conoce todo el mundo, ya no puedo trabajar y estoy enfermo, por eso pido la caridad, aunque muchos no me comprenden”, dice y sus frases apenas si se entienden.
Fermín desconoce cuántos años tiene y su rostro y aspecto impiden calcular su edad.
“No siempre me quedo en el cine, a veces no me lo permiten y me quedo de este lado de los sillones, pero cuando traigo alcohol del taponcito rojo sí me dejan llegar... no sé cuánto tiempo tengo así, ni me interesa saber, porque me vale”, comenta en tono agresivo, al tiempo que con señas pide que me aleje de su lado.
“El Min” no responde a la propuesta de que busque algún albergue, sólo recoge dos botellas de plástico vacías y enfila por la Galeana rumbo a la plazuela Juárez, donde reiniciará su actividad diaria para atender su enfermedad de alcoholismo, sin pensar siquiera dónde pasará esa noche, lo más seguro es que en cualquier parte.
No lo detectan a tiempo...
De muy lamentable calificó el deceso de un indigente muerto de frío, Enrique Agüero Pámanes, titular de Protección Civil Municipal, quien pretextó no haberlo detectado a tiempo para llevarlo a uno de los albergues que se tienen como apoyo.
Tras de reiterar su pesar por el fallecimiento del individuo de aproximadamente 70 años cuyo cuerpo fue encontrado en la avenida Hidalgo y calle Acuña, en la esquina sur-poniente, la mañana del 26 de diciembre y que murió a consecuencia de hipotermia, el funcionario municipal aseveró que habrá de extremarse la vigilancia al respecto.
Dijo que en el operativo “Abrigo”, puesto en marcha hace ya algunas semanas, se pretende apoyar a las personas que van de paso por la ciudad y carecen de recursos para protegerse de las inclemencias del tiempo en algún hotel así como a quienes acostumbran a pernoctar a la intemperie.
En las acciones participan Seguridad Pública, DIF, Cruz Roja y el Ejército mexicano, siendo coordinados por Protección Civil, explicó.
Agüero Pámanes manifestó que se cuenta con el gimnasio de Las Alamedas habilitado como albergue donde el DIF se hace cargo de la alimentación, en tanto que la Policía Preventiva, el Ejército y las ambulancias de la benemérita institución, se responsabilizan de detectar y trasladar a quienes requieren del apoyo.
El titular de Protección Civil invitó a la comunidad en general para que reporte al 060 a las personas que se encuentren en la vía pública sufriendo las bajas temperaturas a fin de que se mande transporte para que los llevan a los albergues y de esta manera prevenir un lamentable hecho como el del viernes anterior.