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México, DF.- Aunque las empresas del sector energético están operando dentro de márgenes razonables de endeudamiento, el pasivo laboral de Pemex, CFE y LyFC es ya un grave problema cuyo costo asciende a casi 33 mil 268 millones de dólares.
De acuerdo con información de estados financieros de las empresas y de la Securities and Exchange Commission, este pasivo esta alcanzado niveles que en poco años podrían resultar inmanejables y que hoy representan una quinta parte del presupuesto anual del sector público y es equivalente al 62 por ciento de los recursos que los trabajadores tienen ahorrado en las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
De hecho, los director de las paraestatales, Raúl Muñoz Leos, Alfredo Elías Ayub y Luis de Pablo han mostrado preocupación por este problema que presiona seriamente las finanzas de las empresas en cuestión.
Incluso, a los ojos del empresario Carlos Slim, este tipo de pasivos podría llegar a representar hasta el 70 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) dentro de 50 años si no se toman medidas para evitar su constante crecimiento.
Esta obligación laboral para pensiones, jubilaciones y primas de antigüedad están contempladas en la Ley Federal del Trabajo (LFT) y son provisiones que se van contabilizando de manera individual y en los contratos colectivos de trabajo.
El fondo se va creando y se paga únicamente a los trabajadores que han cumplido ciertos años de laborar en la empresa o a partir de la fecha de retiro.