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Paul McCartney espera a la cigüeña

SUN-AEE

MÉXICO, DF.- Si todo sale bien, Sir Paul McCartney, antes de que termine el año, volverá ser padre por cuarta ocasión.

La noticia de que su segunda esposa, Heather Mills, está embarazada (dada a conocer primero por un portavoz del músico que pidió anonimato y confirmada luego por el hermano de McCartney, Mike) ha corrido como reguero de pólvora en la Gran Bretaña y de ahí se ha esparcido al resto del mundo, en donde los fans del ex beatle han tomado el anuncio con cierta reserva, ya que, en una de esas, Paul bien puede cambiar el bajo por la pañalera y eso, para los beatlemaniacos y McCartnianos fundamentalistas, puede ser catastrófico (remember Yoko Ono).

Hace apenas tres meses, Heather Mills declaraba que temía no poder tener hijos por problemas de salud (un tumor maligno y embarazos irregulares), aunque, querendón, Paul nunca dejó de insistir, y miren ahora las -felices- consecuencias.

El para muchos beatle más musical del cuarteto (ahora reducido a dúo), tuvo que superar al principio las fuertes críticas de sus hijos -Mary, Stella y James- que no querían verlo casado con Heather, luego de que había pasado algún tiempo del fallecimiento de Linda McCartney.

En algún momento sus hijos declararon, "Heather, al principio siempre nos dio mala pata y queríamos que papá guardara más luto por nuestra madre, pero ¿cómo le puedes pedir eso a un beatle?" Sin embargo, con el poder que le confiere el ser el hombre más rico de Inglaterra y uno de los diez con más poder económico en el mundo (y sin la presión del marcaje vegetariano), Paul acalló los ánimos hostiles, asegurando a cada uno de sus vástagos (y sus descendientes, casi de por vida) el billete.

Desde entonces, las relaciones de madrastra e hijos comenzaron a marchar requetebién. Además de que, cuando se matrimonió con la Mills, lo hizo bajo separación de bienes... no vaya a ser como Allen Klein.

Heather, que trabaja haciendo labores altruistas a favor de los que han sido víctimas de minas terrestres, o de personas que han perdido algún miembro de su cuerpo (hay que recordar que ella misma sufrió la amputación de una de sus piernas en un accidente automovilístico), declaró que siempre había sido su ilusión tener un hijo de Paul.

Mills, de 34 años, que anteriormente estuvo casada, llegó a la vida de McCartney, de 60, con una hija que también está feliz con la noticia.

Hay muchos más que celebran la noticia de que Paul sí pudo, como el comediante Dana Carvey, de Saturday Night Live (el popular programa neoyorquino del que McCartney siempre es invitado de lujo), que parodia al ex beatle como ninguno otro.

Carvey tendrá tiempo de sobra para merendarse de manera muy propia, como siempre, al zurdo, máxime ahora que va a ser nuevamente padre.

Como siempre en este caso de noticias, no falta la especulación y muchos se preguntan si el próximo nacimiento del bebé de la pareja, afectará el ritmo de trabajo de McCartney, o si las canciones "raras" o "inéditas" que regularmente se encuentra cada dos, tres años, se postergaran indefinidamente; o si se le va a agregar algo "nuevo" a la siguiente edición de la Antología, o si habrá declaraciones en torno a la Antología no autorizada (que ya circula).

Hasta los apostadores de Las Vegas ya preparan quinielas de si es niño o niña y, en caso de resultar bebita, calculan las probabilidades de que, por supuesto, no se llame Yoko.

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Hills pide a Putin que prohíba las minas

Heather Mills, esposa del ex Beatles, se mostró "increíblemente optimista" a propósito de la conversación que tuvo el sábado con el presidente ruso, Vladimir Putin, para pedirle que prohibiera las minas contrapersonales.

La ex modelo, que habló durante cuarenta minutos con Putin, dijo a la prensa que espera haber conseguido "un tremendo avance" en la lucha contra las minas en el mundo.

Mills, conocida activista en la misma causa que defendió la princesa Diana de Gales, estuvo el sábado acompañando a su marido durante la actuación de éste en la Plaza Roja de Moscú.

La pareja fue recibida por el presidente ruso, quien antes de asistir al concierto los acompañó durante un paseo turístico por el Kremlin.

La señora de McCartney aprovechó ese momento para presionar al líder ruso con el fin de que modifique su política sobre el uso de minas en conflictos como el de Chechenia.

"Le pedí al presidente que tomase la iniciativa, como segundo fabricante mundial de minas contrapersonales, y que parase su producción y su uso", explicó Mills.

"Le recordé la naturaleza inhumana de estas armas -prosiguió- y le pregunté si no había otra forma de satisfacer las necesidades de su ejército".

¡Algunos detalles muy curiosos!

La boda de Paul McCartney con la modelo Heather Mills, de 34 años, no sólo tuvo un costo de un millón y medio de dólares o más, ¡sino que en ella ocurrieron muchos detalles curiosos!

-El día de la gran boda del ex Beatle, el pueblito de Glasslow en Irlanda fue invadido por rokeros famosos como Ringo Starr, Eric Clapton, Elton John -¡y hasta la que fuera supermodelo Twiggy estuvo presente para beber champaña, deleitarse con un banquete vegetariano y un pastel de bodas de cuatro pisos, con un "frosting" o cubierta que no se sabe por qué razón costó 2 mil dólares!

-El viejo Castillo Leslie donde tuvo lugar la boda, sufrió una ‘modernización’ que le costó a Sir Paul muchísimos miles!

-El costo de la boda fue de 25,000 dólares tan sólo por el uso del castillo, aparte de miles y miles más por el servicio adicional que contrataron, los agentes de seguridad, floristas (miles de lirios y rosas traídas especialmente de Holanda) camareros, helicópteros.

-Para evitar que las vacas del castillo se asustaran con los fuegos artificiales y el ruido de los helicópteros ¡días antes de la boda las tuvieron que removerlas de los campos donde normalmente viven y guardarlas en otra zona de los terrenos del castillo!

-El vestido de encaje color ecru de la novia no fue una creación de Stella McCartney, la hija de Paul y famosa diseñadora, sino que Heather lo diseñó ella misma y fue hecho por la casa londinense de Avis & Brown.

-Otro detalle cómico es que como el castillo no tiene aire acondicionado, se instalaron cientos de ventiladores especiales, los que estaban escondidos entre las plantas y las flores, ¡ y así evitar el calor mientras los invitados bailaban en la fiesta posterior a la boda!

-Heather se emocionó tanto en el momento de intercambiar los votos matrimoniales, que se le llenó la voz de lágrimas, ¡y estuvo a punto de echarse a llorar incontrolablemente lo que emocionó tanto a su marido que casi él se echa a llorar también!

FUENTE: Agencias

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