Jorge Rodríguez Estrada.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- “Es difícil mantener a raya a todos los agentes. Necesitaríamos tener un supervisor para cada quien y aún así sería imposible, pues quienes son corruptos, se dan sus mañas para hacer sus movidas”, aseguró Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM).
Lo anterior, en referencia a que si el elemento de Tránsito fue sorprendido por El Siglo de Torreón en los momentos que presumiblemente recibía la dádiva del conductor de un camión del transporte urbano.
“El agente que anda movido, se da sus mañas para conseguir su objetivo. Por eso aunque se cuente con una supervisión estrecha, tan pronto pase el superior, el uniformado hace su ‘negocio’ sin mayor problema”.
Herson Brasil Adame Pacheco, quien ingresara a la corporación el nueve de mayo de 2003, con número de nómina 28804, quedó desde el lunes pasado fuera de la DSPM, por el acto de corrupción en el que se le encontró.
Este agente de Tránsito y Vialidad, fue sorprendido por la oportuna lente de El Siglo de Torreón, en los momentos que subido en el estribo de un camión urbano, recibía algo del trabajador del volante y luego muy sonriente descendió de la unidad.
Lo anterior, fue motivo más que suficiente para que el director de Seguridad Pública ordenara su cese fulminante, como lo hará con quienes sean sorprendidos en actos de corrupción, aseguró el funcionario.
“La supervisión que se hace de los elementos es constante, pero es lógico que escapen al responsable de dicha labor, las mañas de que se valen quienes están acostumbrados a vivir de la ‘mordida’, terminó diciendo Gutiérrez Pesquera.
Nueva actitud
En el lugar donde fue captado por la cámara de El Siglo de Torreón un oficial de tránsito subiendo y bajando de autobuses, en calle Múzquiz esquina con Presidente Carranza, se observan tres elementos.
Después de dialogar unos cuantos segundos, toma cada quien su posición. Uno se mantiene en la esquina mencionada, otro se va a la Hidalgo y uno más llega hasta la Juárez.
Su finalidad, de acuerdo a lo que se observa, es hacer fluir de una mejor manera el tránsito vehicular y darle el paso a los peatones.
Los camiones intentan pararse en doble o triple fila, ante la expresión negativa de uno de los agentes de vialidad.
Poco se acercan ya los tránsitos a los autobuses, a diferencia de lo que se observa en la foto publicada.