GÓMEZ PALACIO, DGO.- Conducir por la carretera libre Gómez Palacio-Jiménez, en el tramo que inicia en el entronque con el Periférico y termina en el poblado de Ceballos, puede resultar peligroso si no se extreman las precauciones ni se da por hecho la existencia de señalamientos que no hay.
La sección más dañada de esta vía es precisamente en su inicio, la que está a cargo del Gobierno Municipal y que parte del bulevar Ejército Mexicano y termina en el kilómetro diez, a la altura del ejido Vergel, además de otros puntos que reflejan que desde buen tiempo la carretera no recibe ningún tipo de mantenimiento.
Hace alrededor de cinco años, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) cedió al municipio de Gómez Palacio la responsabilidad del mantenimiento y conservación de esa fracción del tramo carretero; se construyó un camellón central sobre el que se colocaron lámparas de alumbrado público y se plantaron algunas palmeras que embellecen, pero el problema principal persiste.
Además de la falta de señalamientos que limiten la velocidad, la carpeta asfáltica está seriamente deteriorada, y los vibradores o moderadores de velocidad prácticamente han sido destruidos a causa de la pesada carga vehicular por lo que están convertidos en un obstáculo para transitar.
Según la Dirección de Obras Públicas y Urbanismo del municipio, el tramo a su cargo es objeto de labores de bacheo cada 15 días, y en función de los recursos económicos disponibles se habrá de programar la colocación de sello o carpeta nueva.
La última vez que esos diez kilómetros fueron pavimentados fue hace más de cinco años.
A partir del kilómetro diez, a cargo de la SCT, es notoria la ausencia de acotamientos que permitan que los conductores de vehículos descompuestos se detengan a revisar las unidades, lo que incrementa el peligro de accidentes al ocupar el carril derecho de los dos cuerpos de la vía de comunicación.
Otra de las deficiencias que resaltan es la falta de señalamientos que indiquen la proximidad de retornos, de manera que el conductor que pretende acceder a uno de ellos se expone al invadir el carril izquierdo en su búsqueda.
Hasta el kilómetro 18 se distingue la división de carriles por su rayado; a partir de entonces y en una buena extensión, las líneas sobre el asfalto brillan por su ausencia y es durante las noches que se dificulta todavía más transitar por el carril correspondiente sin invadir el contiguo.
Del kilómetro 57 al 59, aproximadamente, el pavimento está en pésimas condiciones, plagado de baches que pueden llegar a causar daños en los automóviles y carente de los señalamientos más indispensables, entre éstos la proximidad de poblados y las velocidades máximas.
Aunque según la SCT la velocidad promedio para transitar por esta carretera es de 80 kilómetros por hora, la generalidad rebasa este límite, a lo cual se puede atribuir la frecuencia de accidentes, principalmente en los accesos a comunidades rurales donde no se han colocado los moderadores que ya resultan necesarios.
Vía primaria
Mario González Muro, residente coordinador de la SCT en Gómez Palacio dice que la dependencia ya no espera a que una carretera adquiera malas condiciones para atenderla, pues se cuenta con un presupuesto destinado a prevenir los daños.
Atribuye a las condiciones climáticas el mal estado que puede llegar a presentar algún tramo a su cargo, pues durante la época de frío el asfalto se endurece y cuando se registran temperaturas más calurosas, éste resiente los efectos y tiende a desmoronarse.
Otro factor natural que influye en ello son las lluvias, pues el agua llega a estancarse y entonces aparecen los baches.
Este año, la dependencia federal brindará atención a la carretera Gómez Palacio-Jiménez, considerada una vía primaria en la entidad, en una longitud de 24 kilómetros, entre los kilómetros 76 al 100, mediante la recuperación de pavimento y construcción de carpeta de concreto asfáltico, cuya licitación está por iniciar, para dar comienzo a los trabajos a fines de febrero o principios de marzo.
Trabajos similares se realizarán en una extensión de 37 kilómetros, entre los kilómetros 110 al 147, en la misma fecha.
En el primero de los casos se tiene autorizado un presupuesto de 17 millones de pesos, mientras que en el segundo tramo habrán de aplicarse cerca de 26 millones de pesos.
Autopistas
de cuota
Las autopistas de cuota no se escapan de la falta de atención y mantenimiento adecuado, pues según lo expresado por José Santos Olivo, residente de San José, California, en los Estados Unidos, los límites de Durango con Chihuahua son objeto de labores de conservación pero el pavimento no está quedando en las mejores condiciones.
En su opinión, no se justifica que Durango aplique cuotas más elevadas que ?el estado grande? sobre la carretera de cuota Jiménez-Gómez Palacio, pues las distancias son similares y sin embargo hay diferencias de hasta 40 pesos.
Mientras descansaba con su familia en la caseta de cobro de Bermejillo, antes de continuar su viaje hacia Morelia, Michoacán, el viajero manifestó que en ésta le aplicaron un cobro de 77 pesos, mientras que a la altura de Ceballos pagó otros 88 pesos, pero en Chihuahua los cobros oscilan entre los 35 y 45 pesos.
Dijo que quienes tienen la posibilidad económica utilizan la autopista para evitarse el peligro de transitar junto a camiones de carga que transitan por la libre, pero por ello el servicio debe ser de mayor calidad.