EFE
SAN FRANCISCO, EU.- A la revista "Penthouse" parece que se le acabaron los días lúdicos. La empresa que la edita desde 1965 la ha puesto a la venta ante las alarmantes pérdidas que sufre desde que Internet irrumpió en el mercado del erotismo.
"Penthouse", la emblemática revista para adultos que el fotógrafo Bob Guccione sacó al mercado hace cerca de cuatro décadas, se encuentra en bancarrota y a la venta al mejor postor.
Guccione, uno de los tres editores de revistas eróticas más conocidos, junto con Hugh Hefner -creador de "Playboy"- y Larry Flynt -el editor de "Hustler" y reciente candidato a gobernador de California- reconoció que ya "no hay futuro" para revistas de este tipo, dirigidas al público general, ya que hoy en día la tecnología "puede satisfacer todos nuestros deseos".
Cálculos
Los cálculos de los analistas de la revista "Forbes" respecto a la venta de pornografía son algo conservadores (4,000 millones de dólares o 44 millones de pesos, aproximadamente), pero estas cifras dan idea de un monumental negocio manejado, en muchas ocasiones, por gente que se arropa en una hipócrita doble moral.
Según cuenta la estrella pornográfica Nina Hartley "la gente se sorprendería" de saber cuántos productores de cine erótico "son del Partido Republicano".
Todo ello viene a confirmar que, a partir de su difusión por Internet y por la televisión por cable, la pornografía se ha convertido en un elemento casi cotidiano.
Prueba
Prueba de ello es la reciente serie de televisión "Skin" ("Piel", en inglés), en la que el veterano de Hollywood, Ron Silver, hace de magnate del porno y algunas estrellas de la industria se interpretan a sí mismas.
La paradoja es que, cuanto más crece la pornografía, adaptándose a todos los gustos e irrumpiendo en los buzones electrónicos de consumidores de todas las edades en forma de "correo basura" o "spam", menos necesidad hay de acercarse al quiosco a comprar revistas como "Penthouse".
Por ello, no es de extrañar que muchos lectores contemplen a "Penthouse" como una publicación anticuada, representativa de otros tiempos que parecen ya muy lejanos.