Los gatos son unos tremendos dormilones, hay quienes dicen que la perfección de la paz es contemplar el sueño de un gato. Es difícil saber si durante su descanso sueñan y con qué fantasías lo hacen.
En el gato adulto el periodo de sueño supera el cincuenta por ciento de su vida, valor que se ve incrementado en los cachorros que pueden dormir hasta un ochenta por ciento del tiempo. La duración diaria es variable y parece incluso condicionada por el apetito bien satisfecho, los estímulos sexuales, la edad y el clímax.
¿Realmente existirá el sueño en los animales como en el hombre?
Se han realizado encefalogramas de gatos durmiendo, lo que nos ha permitido distinguir, según su actividad cerebral, fases de sueño ligero y fases de sueño profundo. Cuando el sueño es ligero, los músculos no quedan totalmente relajados, y el gato se despierta periódicamente tras pocos minutos de sueño. Este sueño que ocupa aproximadamente un setenta por ciento del descanso del gato es lo que se ha llamado “siesta del gato”, término que se aplica también al modo de dormir de ballenas y cachalotes, es una semivigilia que evita que estos animales se ahoguen durante el sueño reparador.
Cuando el gato ha entrado a una fase de sueño profundo todo su cuerpo se relaja y algunos de sus músculos se sacuden de forma descoordinada, siendo frecuente que mueva las orejas, bigotes y cola o que flexione las zarpas. Estos movimientos pueden acompañarse de vocalizaciones leves, en este sueño profundo, su cerebro está tan activo como cuando está despierto, y sus sentidos están iguales de alertas para la recepción de estímulos. Mientras duerme, su cerebro continúa funcionando, en un nivel básico, grabando y analizando los estímulos que les llega desde el exterior.
Todos los animales duermen, pero sólo los mamíferos y las aves sueñan. Durante estos períodos de sueño se les notará un movimiento rápido en los ojos. A esto se le ha llamado REM (rapid eye movements o movimientos oculares rápidos) en el cual se presentan brotes de ondas cerebrales rápidas.
Su cualidad de verdadero especialista en el sueño ha llevado a que la mayoría de los experimentos sobre el sueño en medicina se hayan efectuado sobre gatos, de hecho mucho de lo que los médicos saben de la fisiología del sueño humano lo han aprendido a los gatos. Experimentos con gatos para conocer los efectos del insomnio, privándolos de dormir y del sueño paradógico lo que les crea agitación intensa y alteración de distintas funciones metabólicas y endócrinas.
Así que cuando usted vea en profundo sueño a esa gota de tigre, que está disfrutando de las fantasías de estar en tejados paradisiacos, o con una multitud de peces de colores o, por qué no, con tremendas y disiguales batallas contra temibles ratones gigantes, saliendo avante como todo un paladín fenomenal rescatando a su querida doncella, por favor, no desvanezca esa epopeya protegida ante los brazos de Morfeo.