No cabe duda que un cachorrito es uno de los obsequios más hermosos que pudiese tener una persona que realmente ama a los animales.
Desafortunadamente no todos pueden tener cualquier mascota, ya que se trata de un ser vivo, que necesita un espacio adecuado, cuidados, vacunas, dedicación, tiempo y amor.
Al referirme a cualquier mascota, hay papás que regalan a su pequeño hijo un cachorro de la raza Rottweiler y en tan sólo seis meses, será muy difícil para el niño de diez años controlar a su perro que se convertirá en un enorme animal de más de 45 kilogramos de peso.
Es una verdadera lástima cuando recibimos en la clínica cachorros fracturados por haberlos lanzado como juguetes y al ser más caro el tratamiento que la mascota nos piden que la sacrifiquemos.
Es muy común el regalo de mascotas en el noviazgo, pero qué sucede si el romance termina, es común que ya no se quiera a la mascota por los recuerdos que traen a su mente ese regalo de carne y hueso.
Cuando se va a regalar a una mascota se tiene que considerar varios factores; el primero y más importante, si esa persona realmente ama a los animales, si posee el espacio adecuado, si cuenta con el permiso de la familia para tener un perro o gato. Un ser vivo genera gastos, se debe tomar en cuenta si está en posibilidades para la manutención de otro miembro de la familia.
No se vale deshacerse de ella al ver que ésta creció y ya no es el cachorrito simpático de un kilogramo de peso que ahora come en grandes cantidades.
Tener una mascota es una de las satisfacciones más grandes que una persona pueda llegar a sentir, ellas jamás nos pedirán algo a cambio, siempre estarán dispuestas a servirnos y a recibirnos con la alegría de ver a un ser supremo, ya que el amo es su protector y dependen completamente de él.
Quien posee una mascota debe saber que hizo un pacto para toda la vida, Dios les concedió la gracia de vivir diez años promedio de vida para poder disfrutarlos en plenitud de facultades, tengamos paciencia y pensemos que a la edad de ellos, nosotros aún no contábamos con la fidelidad ni el valor para dar la vida por un ser querido, como la darían ellos, sin dudar un solo instante por amor a usted.
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