¡Se puede hacer tan poca cosa! Que si esta es nuestra oportunidad de hacer para nuestra Comarca la Universidad propia que tanto tiempo ha soñado, hagámosla.
Esto fue lo que pensaron, pues ni siquiera lo dijeron, el grupo de laguneros que una noche se comprometieron a hacer realidad aquel sueño, firmando como avales de un documento de cincuenta mil pesos que, al día siguiente sería presentado al Banco correspondiente para su abono en cuenta de aquella idea.
Ese es el pasado más pasado de la Universidad Autónoma de la Laguna, más conocida, acaso, por la UAL.
Lo que se hizo habla por sí solo. Está a la vista. Es el resultado de un entusiasmo que aquel grupo de laguneros supo mantener durante el tiempo necesario para que aquella aspiración se tornara realidad.
Las voluntades indomables que han contribuido con su dirección a dar a la Universidad Autónoma de la Laguna, el lugar que actualmente ocupa no sólo en La Comarca sino en el país y hasta en el extranjero son los siguientes Presidentes de sus Consejos: don Heriberto Ramos, quien, lamentablemente rindiera su vida en Marzo del 2001; don Arturo Madero; don Dominique García; don Eduardo Iduñate; y don Eduardo Villalobos, actual Presidente del Consejo de la UAL. Todos ellos con la Rectoría de don Pedro Rivas Figueroa.
En esta época en que la juventud anda verdaderamente desorientada, porque igual que en los tiempos de Moisés, las tablas de valores han sido rotas, porque en el mundo que les ha tocado vivir los gobernantes son capaces de mentir para lograr lo que pretenden y se han perdido los viejos ideales de nobleza y ansias de belleza sólo la Universidad es capaz de salvar a nuestra juventud entusiasmándolos e inyectándoles la mística necesaria para que lleguen a ser útiles en el México del futuro. Porque la Universidad es el espejo de la patria y, al mismo tiempo, la modeladora de la Nueva Patria. Esta función universitaria, por fortuna, la tiene muy en cuenta la Universidad Autónoma de la Laguna desde su fundación.
El día cuatro de este mes de diciembre la UAL cumplió sus primeros 15 años de vida. Es de justicia citar y ojalá no se me escape alguno, a quienes desde el principio de cero creyeron en ella: don Pedro Valdés Fernández; don José Revuelta Maza; don Arturo Madero Acuña; don Salvador Álvarez Díaz; don Antonio Irazoqui Juambelz; don Heriberto Ramos González; don Fermín Maisterrena Fernández; don Fermín Maisterrena Viesca; don Raymundo Calvillo Armendáriz; don Antonio Hernández Astorga; don Antonio Hernández Astorga; don Rogelio Barrios Cázares; don Eduardo Arturo Villalobos; don Federico Ramos Salas, don Roberto Villarreal Maíz; don Enrique Marroquín Dueñes, don Eduardo Iduñate Ramírez; don Alejandro López Díaz Rivera; don Manuel Luévano Sánchez; don Julio Rodríguez Sánchez; don Luis Carlos Reyes García; don Antonio P. González Duéñez; don José Alfredo González Reyes. Y si alguno falta, siéntase incluido.
Dijo Carlyle que “Nada levanta tanto al hombre por encima de las pequeñas mezquindades de la vida como admirar, sea lo que sea o a quien quiera que sea”. Y todos estos hombres tan valiosos personalmente para nuestra comunidad han sabido admirar el sueño de don Pedro Rivas, Rector de la Universidad haciéndolo una realidad.