La celebración del Premio Estatal de Periodismo José Vasconcelos, bajo los auspicios del Foro de Periodistas de Chihuahua, es digno de ser comentado.
El evento tuvo lugar el domingo pasado en la Quinta Gameros de la Capital Chihuahuense. La bella casona de estilo barroco francés convertida en espacio cultural y patrimonio de la Universidad de Chihuahua, abrió sus puertas a este evento que se celebra por noveno año consecutivo.
La propia Universidad fungió como anfitriona del evento, en virtud de los nexos académicos que unen al Foro con el Alma Mater, que se concretan en el funcionamiento de la Escuela de Periodismo y otros esfuerzos permanentes que ambas instituciones realizan en conjunto.
El evento resulta interesante y valioso, porque se trata de un esfuerzo regional que impulsa los talentos locales en aras de valores universales, lo que resulta fundamental en un momento en que las sociedades intermedias, buscan espacios e identidad en el proceso de globalización. La celebración del Premio tiende a fortalecer la identidad local, sin perjuicio de otras vertientes de expresión y relación de cara a la comunidad nacional e internacional.
El Premio Estatal que es objeto de comentario, ofrece un incentivo al trabajo cotidiano de los periodistas del estado de Chihuhua, mediante la apertura de un certamen anual que culmina con el otorgamiento de reconocimientos y recompensas a los triunfadores.
El foro organizador es una agrupación de los profesionales de la comunicación que por este año preside Hugo Hernández Jáuregui, joven reportero del periódico El Heraldo que se edita en la Ciudad de Chihuahua. Como corresponde al México del Siglo Veintiuno, el Foro es independiente de la injerencia gubernamental y goza tanto de prestigio entre la sociedad como del respeto de las autoridades de los tres niveles, que estuvieron representadas en el acto de premiación que se comenta.
Se trata de un concurso abierto a todos los periodistas del Estado en los diverso géneros, tanto por lo que hace a la prensa escrita como a la radio y la televisión. Desfilan las nominaciones a los mejores trabajos en noticia, reportaje, crónica, entrevista, fotografía y a la postre, se determinan los ganadores.
Por norma del Certamen se invita a integrar el Jurado a periodistas de distintos lugares del país, tanto de la Capital como de otros Estados, con el propósito de sustraer de los intereses locales el sentido de los resultados.
Los periodistas de Chihuahua someten su trabajo a la crítica y evaluación de sus colegas de otras partes, en un ejercicio que garantiza la objetividad del análisis y la certeza del juicio, sin mas límites que los que impone la natural imperfección humana en cualquier arte u oficio.
Por su parte, los periodistas foráneos que integran el Jurado tienen oportunidad de conocer el desempeño de sus pares en otra región distinta a la de su origen, lo que genera una relación interactiva que enriquece a unos y otros.
La realización del certamen es reflejo de la vida pública chihuahuense, significada por una alta participación de la sociedad civil. La alternancia en el ejercicio del poder en la vecina entidad, ha fortalecido el espíritu cívico ancestral que ya puesto al día, es ejemplo de modernidad democrática.
Como consecuencia el periodismo chihuahuense vive una relación de sano equilibrio con el poder público, dentro de un marco de respeto recíproco entre el derecho de libertad de prensa y la investidura gubernamental. Entre otros frutos, se cuentan la creación de un Código de Ética que orienta el ejercicio de la profesión periodística hacia la búsqueda y difusión de la verdad en un marco de responsabilidad social y la contribución del Foro a la Ley de Derecho a la Información.
La fortaleza de la vida cívica chihuahuense de la que es ejemplo el trabajo del Foro Estatal de Periodistas, se refleja en el rostro material de la Ciudad de Chihuahua, que la muestra como una ciudad limpia, ordenada y segura y por lo tanto bella, hospitalaria y generosa.