20 octubre 2003
VIRGINIA BEACH, Virginia. EU (AP) .- Un juez autorizó a John Allen Muhammad, el acusado de ser el francotirador que sembró el pánico en la capital estadounidense el año pasado, a que se defienda a sí mismo.
La medida se dio minutos antes del comienzo previsto de los alegatos iniciales en el juicio.
La audiencia comenzó con una hora de demora, y el juez federal LeRoy F. Millette llamó a Muhammad, los fiscales y los defensores a su estrado.
Muhammad y Millette conversaron frente a frente cinco minutos y el juez anunció que los abogados Peter Greenspun y Jonathan Shapiro sólo asesorarían a Muhammad, quien sería su propio defensor.
"Sus abogados son ahora lo que se llaman asesores legales", dijo Millete al jurado. No explicó por qué Muhammad optó por defenderse a sí mismo.
El fiscal James Willett inició su alegato armando en silencio un fusil Bushmaster, aparente el mismo que las autoridades creen fue usado por el francotirador.
Desde la detención de Muhammad el 24 de octubre del 2002, "las personas comunes que realizan sus tareas cotidianas pueden hacerlo sin temer por sus vidas", dijo Willett.
Willett aludió brevemente a la decisión de Muhammad de ser su propio defensor. "Es inusual pero no inédito que alguien en su situación lo haga", dijo Willett. "La corte pensó que al menos tiene la capacidad elemental de representarse".
Los fiscales no han indicado en qué orden presentarán sus testigos y pruebas, pero se esperaba la presencia el lunes del otro sospechoso, Lee Boyd Malvo, traído desde Virginia Beach, donde está encarcelado.
Los fiscales no dijeron por qué convocaron a Malvo. En una audiencia reciente se negó a declarar, en base a su derecho de no autoincriminarse.
Muhammad es juzgado por el asesinato de Dean Harold Meyers, muerto a tiros en una gasolinera de Virginia en octubre pasado.
Meyers fue la séptima de 10 víctimas en Virginia, Maryland y Washington, asesinados por francotiradores a lo largo de tres semanas. Malvo y Muhammad fueron detenidos juntos cuando dormían en un auto a la vera de una ruta en Maryland. Los fiscales dicen que su plan era seguir matando hasta obtener 10 millones de dólares del gobierno.