Pekín, (EFE).- China permitió una boda de dos portadores de VIH, la primera desde que se modificó este año la Ley para la Sanidad Maternal e Infantil de 1995, que prohibía expresamente el matrimonio entre infectados con enfermedades contagiosas, informó el diario "Beijing Morning Post".
La ley, retocada a principios de este año, amenazaba con castigar a las personas con enfermedades contagiosas que se casaran.
La ceremonia se celebró en la provincia de Sichuan (sur) y asistieron cerca de 200 invitados, entre ellos decenas de portadores del VIH, virus que puede desarrollar la enfermedad del sida.
Cao Xueliang, de 37 años, se contagió hace diez años cuando fue a la provincia de Henan (centro) para vender sangre, mientras que Wang Daiying, de 34, al parecer fue contagiada por su primer marido, quien también vendió sangre en Henan.
El primer marido de la novia murió, junto con otros 25 personas del mismo pueblo, Gonmin, donde viven otros 60 seropositivos.
El Gobierno chino fue reacio a admitir la existencia de enfermos de sida, hasta que en 2001 se descubrió que miles de personas se habían contagiado en Henan tras vender sangre en instalaciones ambulantes con nulas condiciones higiénicas.
En China hay aproximadamente un millón de enfermos de sida, dolencia que puede convertirse en una epidemia si el Gobierno no toma las medidas adecuadas, advirtió entonces la ONU.
Aunque Pekín ha iniciado campañas de información para prevenir la expansión de la enfermedad, el sida continúa siendo un asunto incómodo para el Gobierno del país más poblado del planeta, contrario a aportar cifras concretas sobre su incidencia y desarrollo.