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MÉXICO, DF.- Hoy el gobierno mexicano celebrará una vez más el Día Internacional del Migrante.
Sin embargo, las Naciones Unidas reconocen que México es un país de origen, tránsito y destino de migrantes, y en todo ello existe aún una deuda mexicana con los connacionales que emigraron a otros países y el hecho de que se debe conceder a los extranjeros, en territorio nacional, los mismos derechos que se exigen para los compatriotas en otras naciones.
Además en materia legislativa existen pendientes por resolver.
Se ha recomendado (por parte de la ONU) un mayor incremento a los recursos destinados a atender asuntos migratorios.
No obstante ello, el pasado 25 de noviembre la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado de la República presentó una iniciativa para adicionar un artículo a la Ley Federal de Derechos y quitarle así al Insitutuo Nacional de Migración (INM) 30 por ciento de los recursos que recibe por concepto del Derecho de No Inmigrante (DNI).
El 28 de julio del 2000 la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el 18 de diciembre como Día Internacional del Migrante. Previo a ello, en la misma fecha pero de 1990, se aprobó la Convención Internacional sobre Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y sus Familias, con el fin de asegurar el respeto a las garantías individuales y las libertades fundamentales.
El Gobierno mexicano, reconoce la ONU, ha ratificado este y otros instrumentos, pero aún no se tiene la capacidad sufuiciente para garantizar de manera plena sus preceptos.
La Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU) asegura en un estudio que elaboró para el Gobierno de México que a pesar de que existe voluntad política en la actual administración para cumplir con los estándares mínimos internacionaes, no todos los programas nacionales y las leyes en materia migratoria cubren las obligaciones guberanmentales adquiridas en el ámbito mundial.
La ONU destaca que si bien se han establecido programas para proteger los derechos de los migrantes nacionales y extranjeros, aún existen deficiencias en el interior del país, sobre todo en la frontera sur. “El tipo de abusos más recurrentes que enfrentan son: la extorsión; el robo; la agresión física; la intimidación y las amenazas; el abuso sexual; la destrucción de documentos y la detención sin información de ingresos no documentados”, subraya el documento..