El día 10 de febrero de 1977, atendiendo una invitación del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Jimy Carter, el presidente José López Portillo se trasladó a Washington, donde fue recibido entusiastamente por Carter, quien dijo: “Con López Portillo, se acorta la distancia de Dios y la proximidad de México con Estados Unidos se convirtió en la bendición”. Veamos un párrafo de conocida revista de circulación nacional, fechada el 22 de febrero de 1977, que dice:
“Por su parte, el presidente Carter, al dar la bienvenida, apuntó que era la primera visita a su país de un jefe de Estado extranjero, y textualmente declaró: ‘También estimamos tener ahora una oportunidad para corregir algunos de los problemas económicos de nuestras dos naciones, porque sabemos que cuando México progresa económicamente, esto beneficia a los Estados Unidos en su esfuerzo de progresar económicamente. Nuestro porvenir es inseparable del porvenir de nuestros aliados’”.
Igualmente, Carter reconoció el gesto del gobierno de México al entregar una cuota suplementaria de petróleo y gas natural para ayudar a Estados Unidos en su crisis energética temporal. Antes, el presidente Carter había hecho el comentario acerca de la frase de Tablada: “Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, manifestando que se procurará que esta vecindad geográfica se cambiara de una maldición a una bendición.
Durante la visita del Lic. López Portillo, durante cuatro días por la Unión Americana, el 15 de febrero dio una conferencia de prensa, ante el Nacional Press Club, de la ciudad de Washington, y en parte dijo:
“Muchas gracias por su hospitalidad, amigos. Realmente me siento en casa, como aseguramos la idea de que los vecinos no deben reportar el mal adicional de no ser amigos”. Como lo dijo al llegar a los Estados Unidos, ante el presidente Carter, o quisiéramos agravar los males que de suyo tiene la vida, con la incomprensión o con la enemistad, por eso, fundamentalmente, venimos a entendernos y aumentar las bases de la amistad.
“Es cierto, los vecinos por serlo tienen problemas, pero en muchas ocasiones la vecindad es también solución. Lo importante es entender la realidad como problema cuando una cuestión así se plantea se puede resolver, antes, nunca. Por esta razón hemos venido a entender nuestra realidad con este poderoso país, con el que es fácil y difícil convivir.
Hemos querido explicar a las autoridades de los Estados Unidos –y el señor Carter ha sido muy generoso con su tiempo- cómo visualizamos nuestros problemas. Hemos querido partir de la base de que todo está en todo y que cualquier análisis parcial de la realidad, es deformante. Que no podemos contemplar ningún problema aislado de otro problema, sin entenderlo en su contexto, en su conjunto, y por eso hemos tratado de explicar cuáles son las cuestiones que en este momento preocupan a mi país”.