Don Miguel Ramos Arizpe
Es gratificante ver que en diferentes rincones del Estado, haya gente preocupada por difundir la cultura, quienes realizan investigaciones y editan libros que dan a conocer la riqueza histórica de Coahuila.
Acabo de recibir el ejemplar “Ramos Arizpe, en el Tiempo”, de la colección “Coahuila en la Cultura”, recién editado en mayo de 2003, de la autoría del investigador Manuel H. Gil Vara y sacado a la luz por el Consejo Editorial del Gobierno del Estado, que dirige el profesor Arturo Berrueto González.
El libro es muy interesante porque narra la vida de uno de los hombres más ilustres de Coahuila y de México, el chantre don Miguel Ramos Arizpe, nacido en el antiguo poblado “Valle de las Labores” fundado en 1577, simultáneamente con Saltillo. Este rancho, dice el autor, para el año de 1606 se le cambió el nombre a “Valle de San Nicolás de la Capellanía”. Allí fue la cuna de don Miguel Ramos Arizpe que nació el 15 de febrero de 1775; fueron sus padres, don Ignacio Ramos de Arreola y doña Lucía Arizpe (en el diccionario biográfico de Coahuila, dice que su madre era doña Ana María Luisa Arizpe), estudió en el Seminario de Monterrey, primero, y después en el de Guadalajara, Jal., recibiendo el grado de bachiller en filosofía, cánones y leyes.
Se ordenó sacerdote en 1803 en la Ciudad de México, llegando a recibir la jerarquía de chantre que “era el canónigo que dirigía el canto en el coro de las Catedrales”. Recibió el título de licenciado en Derecho Canónico el 29 de noviembre de 1807.
“El 4 de agosto de 1810 (dice Arturo Berrueto en su diccionario citado), el Colegio de Abogados de México le otorgó el título de Doctor en Leyes. Después, el Ayuntamiento de Saltillo, el 24 de septiembre de 1810, lo designó representante de Coahuila ante las cortes de Cádiz, a donde arribó en febrero de 1811, representando las Provincias Internas de Oriente a las que pertenecía Coahuila. Defendía con entusiasmo el liberalismo mexicano, lo que no agradó al rey, y al no lograr seducirlo con ofrecimientos hasta del Obispado de Puebla, lo redujo a prisión. Dice Gil Vara en su libro: “Varios años de prisión en la Cartuja Arachristi en Valencia le impusieron a nuestro representante...”.
Fernando VII disolvió el Congreso de las Cortes de Cádiz, que hicieran la Constitución de 1812. Esta disolución la realizó el diez de mayo de 1814. Regresó a la patria el 31 de diciembre de 1821 y participó en la formulación de la Constitución de 1824, que fue la base para que el primer presidente de México, Gral. don Guadalupe Victoria tomara posesión.
El chantre, don Miguel Ramos Arizpe, padre del federalismo mexicano, dice Gil Vara, fallece en la ciudad de Puebla el día 28 de abril de 1843, inhumándose sus restos en una cripta de la Catedral poblana.
Siete años después, “el 16 de enero de 1850, el señor don Santiago Rodríguez Bosque, Gobernador Constitucional del Estado de Coahuila, envía una iniciativa al H. Congreso del Estado proponiendo que esta tierra, cuya cabecera municipal vio nacer a Miguel Ramos Arizpe, sea elevada a la categoría de villa con el nombre de Ramos Arizpe, decretando el Poder Legislativo que la iniciativa del gobernante cause efecto a partir del día 13 de mayo de 1850... Gil Vara”.
“Benemérito de la Patria” y su nombre en letras de oro en el muro central del Congreso, que decretó el 19 de febrero de 1927 rindiéndole el homenaje merecido. En junio de 1974 sus restos fueron retirados de la Catedral de Puebla y reinhumados en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón de Dolores en la capital de la República.