Niegan que exista inestabilidad en relación obrero-patronal
COMARCA LAGUNERA.- A pesar de las más de dos mil 480 demandas laborales presentadas en el año en los tribunales de trabajo de Torreón y Gómez Palacio, los presidentes de estos juzgados consideran que no hay inestabilidad en la relación obrero-patronal, aunque sí mucha carga para la cual se requiere más personal y en el caso de la ciudad coahuilense, un lugar más adecuado.
En la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) de Torreón, en el presente año se han recibido mil 700 demandas, la gran mayoría por despidos y el trabajo es tal que las audiencias ya son programadas hasta después del diez de enero del 2004, en tanto que en Gómez Palacio el número de demandas planteadas hasta ayer ya rebasaban las 780.
Raúl Mario Mijares Jiménez, presidente del tribunal laboral de Torreón, informó que ante la carga laboral se han propuesto dos medidas para agilizar los trámites, una de ellas, el incremento de las mesas para la celebración de audiencias, lo que garantizaría un mayor rendimiento en atención, hasta elevarlo al doble, aseguró.
Mijares Jiménez reconoció la existencia de algunos vicios que hasta cierto punto entorpecen la atención a las partes y destacó que al recibir la demanda se tratará de discernir bien los procesos, sobre todo en contra de quienes se presentan, pues había demandas en contra de dos, tres y hasta cinco personas o empresas.
Sin embargo, el presidente del tribunal aseguró que no hay inestabilidad, ni siquiera el reflejo de recesión económica, la carga de trabajo es normal y se manejan cifras promedio similares a dos años anteriores.
Lo que sí es urgente, añadió, es la modernización de la Junta Local, a fin de optimizar el trabajo, se requiere gente que rinda más, pues se puede atender el doble de demandas que las que se llevan normalmente.
Entre las necesidades, destacó como ejemplo, que del personal que se tiene, casi nadie tiene el nivel administrativo que le corresponde. La mayoría de las demandas son individuales y el número es normal, insistió.
En conflictos colectivos, casi no se presentan, pero no es porque no existan, sino porque antes de llegar a la Junta, las partes llegan a algún acuerdo; la misma crisis provoca que las partes en pugna se pongan a dialogar en cuanto a contratos colectivos que antes se podían cumplir porque así lo permitía la condición económica, pero ahora ya no y tienen que ser modificados, sobre todo los más onerosos, si es que se tiene la voluntad real de sostener la empresa y por consecuencia la protección de la base laboral.
Doce audiencias al día
Por su parte, el presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) en Gómez Palacio, José Bermúdez Cisneros, informó que se celebran en promedio 12 audiencias al día, pero no se considera elevado el número de demandas presentadas en lo que ha transcurrido del 2003. En el año 2001 sí se disparó la cantidad de demandas, “hubo exceso, pues se presentaron mil 200”, añadió.
Lo que sí se aprecia, reconoció, es que se celebran muchos convenios entre las empresas y sus trabajadores; cuando las compañías resienten la crisis y ven agotadas las plazas laborales, empiezan a despedir pero mediante acuerdos que se toman de manera directa con sus trabajadores, sin dejar que el asunto llegue al tribunal.
En relación a los problemas laborales en maquiladoras, consideró que el período explosivo ya pasó, se terminó la costumbre de cerrar la fábrica de la noche a la mañana, aunque sigue siendo elevado el número de demandas que se presentan en contra de este tipo de empresas y reconoció que la gran mayoría de los procesos se resuelven a favor del trabajador porque tiene la razón.