JERUSALÉN.- El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, prometió ayer, tras conversaciones sobre seguridad con funcionarios palestinos de alto rango, continuar los ataques sobre militantes sospechosos de planear atentados suicidas, dijo una fuente política cercana al líder israelí.
Mientras la atención mundial se centra en el futuro del plan de paz para Oriente Medio, colonos judíos comenzaron a construir en silencio cinco asentamientos en Cisjordania, desde que Israel inició la semana pasada el desmantelamiento de los asentamientos ilegales, dijeron testigos.
Después de una semana en que murieron más de 60 personas en la región, Estados Unidos llamó a ambas partes a alejarse de la violencia. El general israelí Amos Gilad, y el jefe palestino de Seguridad, Mohammed Dahlan, conversaron el sábado en la noche al respecto. Sin embargo, después de la reunión, no hubo señales de que la espiral de violencia pudiera detenerse.
En la reunión, según fuentes allegadas a la negociación, se planteó la posibilidad de que Israel retirara sus tropas de la zona norte de la Franja de Gaza, a cambio de una promesa de la Autoridad Palestina de que destruiría a los grupos de militantes extremistas que operan en la región.
La espiral de violencia
Soldados israelíes mataron ayer por la madrugada a un militante palestino en un combate en la Franja de Gaza, en nuevos hechos de violencia después de las conversaciones para tratar de rescatar el plan de paz.
Una fuerza israelí mató ayer a tiros a un miembro de las Brigadas Mártires de al-Aqsa, un grupo afiliado a la facción Fatah del líder palestino Yasser Arafat, en un tiroteo en el norte de Gaza, dijeron paramédicos palestinos y el ejército.
Otros cuatro palestinos fueron heridos en el incidente.
A pesar de la violencia, el viceministro de Defensa Zeev Boim dijo al Canal diez de Israel que la oferta para retirar las tropas en ciertas áreas seguía sobre la mesa.
Sin embargo, una fuente israelí de seguridad dijo que las fuerzas israelíes “no se moverán un centímetro” mientras no se presente un plan para emprender acciones contra las facciones radicales, un paso que compete tanto al jefe palestino de seguridad Mohammed Dahlan, como al flamante primer ministro palestino, Mahmoud Abbas, han estado renuentes a tomar.
Sharon propuso en reuniones anteriores con Abbas una retirada parcial del norte de Gaza como prueba que pudiera conducir a repliegues más amplios en Cisjordania.
Sin embargo, Abbas declinó la oferta alegando que primero debía tratar de forjar un acuerdo con los militantes que rechazan el plan de paz, para que suspendieran ataques contra israelíes.
Después de tres días en que Israel mató a seis miembros de Hamas y 16 civiles palestinos, los palestinos dijeron que están listos para asumir el control de seguridad si Israel suspende los ataques contra los militantes.
Sin embargo, Israel, que se repone de un ataque suicida de Hamas el miércoles en un autobús que mató a 17 personas, no ha mostrado señales de retractarse después de prometer una “guerra hasta el final” contra los militantes.
Hamas, el principal grupo detrás de una campaña de ataques suicidas contra israelíes, dijo que rechazaba todo acuerdo entre Israel y la Autoridad Palestina. “No aceptaremos una tregua”, dijo el dirigente de Hamas Mahmoud al-Zahar.
A pesar de ello, funcionarios egipcios de seguridad planeaban visitar Gaza para tratar de convencer a Hamas de reanudar las conversaciones con la Autoridad Palestina, dijeron fuentes de seguridad.