21 octubre 2003
Jerusalén, (Notimex).- El presidente palestino Yasser Arafat urgió hoy a los líderes del mundo a intervenir para frenar la "locura militar" de Israel contra su pueblo, tras los ataques que dejaron la víspera 14 palestinos muertos y unos 100 heridos.
El llamado de Arafat coincidió este martes con el anuncio de que en un futuro cercano tendrá que ser sometido a una intervención quirúrgica para que se le extirpen unos cálculos biliarios, aunque este acción no requiere de urgencia.
"Exhorto a la comunidad internacional, a Naciones Unidas (ONU) y al Cuarteto a detener esta locura militar por la que buscan destruir nuestra tierra sagrada y nuestro pueblo", dijo Arafat en su primera reacción desde la serie de ataques israelíes.
Arafat no especificó el tipo de intervención que solicita, en sus declaraciones dadas a la prensa internacional desde su muqata (cuartel) en la ciudad cisjordana de Ramallah, según el sitio web del diario israelí "Ha'aretz Daily".
Israel lanzó la víspera cinco ataques aéreos contra poblaciones civiles palestinas, mismos que han dejado hasta ahora 12 muertos y más de 100 heridos, y que fueron respuesta a una emboscada que el domingo pasado causó la muerte a tres soldados israelíes.
El negociador palestino, Saeb Erekat, condenó este martes el "silencio del mundo" hacia los ataques israelíes, en especial el de Estados Unidos, y dijo que esa inacción deja muchas interrogantes abiertas.
Advirtió que las recientes acciones militares de Israel son sólo el comienzo de una campaña de gran envergadura que Tel Aviv pretende lanzar sobre un amplia área de Gaza.
Por su parte, el primer ministro palestino Ahmed Qureia (Abu Alá) también repudió los ataques israelíes y dijo que son intentos claros de acabar con las instituciones palestinas y con los esfuerzos de su gobierno por lograr un alto al fuego con grupos armados.
"La política de provocación y operaciones destructivas llevadas a cabo por el ejército israelí muestran que el gobierno de Israel pretende desarticular las instituciones y el liderazgo del pueblo palestino", apuntó Qureia este martes.
Advirtió que los operativos militares israelíes "nunca forzarán a los palestinos a hincarse ante Israel y a sus condiciones. Nuestra gente continuará la lucha por sus derechos y aspiraciones".
Qureia denunció además que "cada día Israel inventa nuevos métodos para combatir al pueblo palestino y para dividir sus tierras con la continúa construcción de asentamientos y con una valla de seguridad que pretende establecer fronteras futuras".
La construcción de un muro de seguridad que atravesará Cisjordania es otra de las acciones israelíes que han sido criticadas a nivel internacional, e incluso la Asamblea General de la ONU votará este martes dos resoluciones condenatorias al respecto.
En tanto, miles de palestinos marcharon esta martes por las calles de Gaza para manifestarse por las represalias israelíes, en una acción que inició desde la noche del lunes, al tiempo que cantaban frases contra esos operativos a los que llaman "masacre".
Los manifestantes pidieron a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que los proteja de los ataques israelíes y que ignore las promesas de paz de Israel y Estados Unidos, mientras que otros más acudieron a los hospitales a donar sangre para las víctimas.
La acción de Israel fue condenada este martes incluso al interior de ese Estado, donde el ministro israelí de Infraestructura, Yosef Paritzky, dijo que Tel Aviv debería disculparse por haber asesinado a civiles y recompensar a las familias de las víctimas.
En otro hecho, fuentes palestinas de alto nivel informaron esta tarde que Arafat necesitará ser intervenido quirúrgicamente en un futuro cercano para que se le retiren unos cálculo biliarios, al tiempo que subrayaron que por ahora se encuentra bien de salud.
"Arafat se ha recuperado de una severa infección estomacal, pero doctores egipcios encontraron, durante una inspección el mes pasado, que tiene cálculos biliares que deben de ser extirpados en algún momento", señaló la fuente.
La salud del presidente palestino se ha mostrado quebrantada en las últimas semanas, aunque la ANP ha preferido mantener en la mayor discreción posible esta situación, mientras Arafat continúa con sus labores cotidianas desde su muqata de Ramallah.