REUTERS
ROMA, ITALIA.- El Papa Juan Pablo II instó ayer a los europeos a no olvidar su pasado cristiano, mientras líderes de la Unión Europea se reunían para discutir un proyecto de constitución que ha desatado críticas por sus referencias a la religión.
“Las estructuras económicas, políticas y sociales son en verdad muy importantes para la unidad de Europa, pero no podemos olvidar los aspectos espirituales y humanos”, dijo el Papa durante una misa para estudiantes universitarios en Roma.
“Es indispensable que la Europa de hoy defienda su rica herencia y reconozca que la cristiandad, por sobre todas las cosas, tiene la capacidad de promover, conciliar y consolidar”, expresó el Pontífice de 83 años.
El primer borrador de la constitución provocó protestas del Vaticano y de países tradicionalmente católicos, como España, Italia, Portugal y Polonia, porque no mencionó la cristiandad en la introducción.
Aunque este asunto dominó los debates iniciales, el tema de los derechos de voto ha pasado a un primer plano. El proyecto de constitución final aparentemente no mencionará a la cristiandad en su preámbulo, aunque sí lo hará posteriormente.
La oposición firme a una mención más explícita de la religión en el texto proviene del presidente francés, Jacques Chirac, que dijo que el secularismo de su país no es negociable.
Un informe oficial francés, publicado el jueves, recomendó la prohibición de los velos musulmanes, las kipás y las cruces cristianas en las escuelas públicas para ayudar a conservar el secularismo de Francia, donde viven más judíos y musulmanes que en cualquier otro Estado de la Unión Europea.