TORREÓN, COAH.- A nadie le gusta la guerra y le pido a Dios que pueda haber paz muy pronto, de modo que las madres y los padres tengan a todos sus hijos de nueva cuenta consigo, declaró Edith Eva Eger, sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz, Polonia.
La doctora en psicología, nacida en Hungría, dictó una conferencia en esta ciudad el pasado martes, denominada “El sin sentido de la vida” y ayer partió de regreso hacia Estados Unidos, donde reside.
La mujer, quien vivió la terrible experiencia de ser prisionera en un campo de concentración nazi a sus 16 años, dijo sentirse muy triste por esta nueva guerra y que el presidente Bush esté reaccionando en la forma que lo hace. “Desafortunadamente se dejó de lado la diplomacia”.
Refirió que durante la conferencia celebrada en esta ciudad, ante la asistencia de unas 200 personas, habló acerca de la celebración de la vida, cómo olvidar el coraje y perdonar, especialmente perdonarse a uno mismo. “El perdón te da la libertad última espiritual”.
Entrevistada en el aeropuerto, poco antes de su partida, dijo que su vida ha sido muy colorida. “He aprendido cómo te puedes encontrar desde adentro cuando nada viene de afuera. Trato de guiar a las personas, que se muevan de ser una víctima para encontrar el poder que fluye desde adentro.
Con una mirada directa a los ojos, apacible y tierna, añade: “Trato de guiar a las personas a hacer todo lo humanamente posible y tratar de encontrar a Dios para que estén a cargo de su propia vida, porque no existe libertad sin responsabilidad”.
Al final de la entrevista, dijo amar a México, ya que le recuerda su casa y desde hace tiempo se dedica a dar testimonio sobre sus experiencias y ayudar a las personas a encontrar la fortaleza espiritual que cada quien guarda en su interior para encontrar la felicidad y aprender a perdonar.
“Mi hermana fue salvada por el obispo de Hungría durante la Segunda Guerra Mundial y tengo una enorme gratitud por el pueblo cristiano”.