La Delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor advertirá a 300 empresas sobre la normatividad que deben seguir en información y calidad en el ofrecimiento de sus productos y servicios, para evitar posteriores sanciones.
A este proceso le seguirá la verificación, aunque la dependencia reconoció que no podrán hacerse todas por completo a causa del escaso personal de inspectores (existen tres, uno está de vacaciones).
Raúl Gamero Guerrero, jefe del Departamento de Servicios al Consumidor, informó que durante la temporada vacacional se han comenzado a repartir 300 oficios a empresas en donde se exhorta a los proveedores de productos y servicios para que expendan los mismos de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana.
Los principales artículos que se venden en esta temporada son trajes de baño, shorts, sandalias, cámaras de video y de fotografía, toallas e inflables o salvavidas, entre otros. De este modo, las principales empresas que serán verificadas una vez que se realizó la entrega de los exhortos serán las de autoservicio.
Indicó que la Ley Federal de protección al Consumidor obliga a los prestadores de servicio y vendedores de productos a informar adecuadamente sobre los costos y precios de los mismos; “por ejemplo, en un hotel, el usuario debe tener a la vista la tarifa de las habitaciones”, señaló.
Con respecto a la feria anual del 440 Aniversario de la Ciudad de Durango, dijo que la Profeco también está facultada para verificar a los comerciantes que están dentro de este lugar.
Recordó que en caso de que se presente una queja, ésta requiere de mayor tiempo jurídico en su resolución, pues el señalado tiene diez días para aportar pruebas. En este sentido, advirtió que el consumidor debe presentar su queja a la mayor brevedad posible antes de que los señalados abandonen la ciudad, al terminar su periodo de estancia.
Precisó que la modalidad de denuncia también es funcional cuando se detectan anomalías, pues ésta es más efectiva y rápida. Si existe algún producto que no comprende la calidad o el servicio por el que se pagó, Profeco, afectado y proveedor pueden llegar a una conciliación. Al referirse al control de los precios, precisó que ahí no se tienen facultades sancionadoras, expresó. El cliente tiene la decisión de aceptar o no el producto, según sus posibilidades económicas.
Un estudio de la Dirección General de Análisis y Prácticas Comerciales, de la Procuraduría Federal del Consumidor, concluyó que el consumo del refresco inicia en el hogar.
De un total de 568 personas entrevistadas de diez años y más, con un nivel de confianza del 95 por ciento, se estableció que el 56 prefiere refrescos de cola y el 57 no cambiaría de marca. La proporción de quienes no consumen este tipo de bebidas es mínima; llega a los 5.3 puntos porcentuales.
El 78.1 por ciento de los encuestados determinó que prefiere el tipo de refresco por su sabor, en tanto que el 20 por ciento prefiere esta bebida por costumbre.