Por Cristal Barrientos Torres
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- El ruido de sus tacones se pudo escuchar en el interior de la presidencia municipal. Vestidos de mujer, maquillados y con las piernas recién depiladas, la comunidad gay pidió una vez más, respeto a sus preferencias sexuales.
La cita era a las once de la mañana. Tardaron en llegar, pero uno de ellos pedía paciencia a los reporteros y fotógrafos: “si no vienen, yo sola entro”. Uno a uno arribaron a la explanada de la presidencia municipal.
Esta vez los integrantes de la comunidad gay cumplieron su amenaza: llegaron vestidos de mujer. Sus faldas cortas, el excesivo maquillaje y los peinados estrafalarios, no dejaban ninguna duda. Tampoco los movimientos de su cuerpo y el tono de su voz.
Todavía faltaban más por llegar, pero el ambiente en la explanada de la presidencia municipal era de alegría. Las personas que pasaban por ahí, se quedaron atónitas. Otras intercambiaron albures con los manifestantes.
Con movimientos insinuantes retaban a las autoridades y a la vez captaban la atención de los fotógrafos: “hoy, hoy, hoy, chiquillos y chiquillas queremos una respuesta”. Ya se lo habían advertido al Alcalde: o modificaba el artículo 75 del Reglamento de Salud o acudirían vestidos de mujer a la presidencia municipal.
Después de varios minutos de espera, Lorena Charles –representante de la comunidad gay- consideró que ya había pasado tiempo suficiente y nadie salía a recibirlos: “muchachas, vamos a entrar a la presidencia municipal para ver qué respuesta nos tienen”.
Los cartelones con las consignas de protesta salieron a relucir. Lentamente avanzaron a la entrada de la presidencia municipal, pero los policías preventivos se les habían adelantado: la puerta ya estaba resguardada.
Entonces Fernando Martínez Casas -jefe operativo de los policías- les advirtió: “ninguno de ustedes va a pasar así vestido de mujer”. Lorena Charles también habló, pero ella se dirigió a los medios de comunicación: “Ustedes son testigos de la falta de seriedad de las autoridades”.
La intolerancia: cuando uno de los manifestantes intentó entrar a la presidencia municipal, Fernando Martínez además de impedirlo lo empujó y en tono amenazante le dijo: “no vas a entrar”. Luego palideció ante la pregunta de El Siglo de Torreón: ¿Por qué no lo deja entrar si el joven no está vestido de mujer?
Los argumentos le faltaron. Fernando Martínez no supo cómo explicar a los medios de comunicación su error: afectivamente el joven que había intentando ingresar a la presidencia municipal pertenece a la comunidad gay, pero a diferencia de sus compañeros él no iba vestido de mujer.
La presencia de Carlos Bracho, titular de la Dirección de Atención Ciudadana, salvó a Fernando Martínez de dar más explicaciones. La orden ya estaba dada: la comunidad gay podía ingresar al interior de la presidencia municipal.
Una vez en la sala de Cabildo, la comunidad gay se mostraba desesperada mientras Carlos Bracho les pedía paciencia: en sólo unos minutos llegaría el regidor José Máynez y el secretario del Ayuntamiento, Alfonso Tafoya.
La comunidad gay no estaba conforme: pedían la presencia del Alcalde. Una vez más Guillermo Anaya no acudió a atenderlos. Quienes sí llegaron fueron José Máynez y Alfonso Tafoya. Las recriminaciones entre ambas partes no faltaron.
Sin embargo, la comunidad gay no consiguió lo que quería: la modificación al artículo 75 del Reglamento de Salud. Sólo lograron acordar una nueva cita: el próximo ocho de julio a las once de la mañana en la presidencia municipal, otra vez estarán frente a frente la comunidad gay y los funcionarios municipales.
En estudio
“Estamos haciendo un amplio estudio, tomando opiniones para realizar comparativos con otras entidades que de alguna forma modificaron reglamentos a petición de grupos gays. El tema por la polémica que implica, se abrirá a la ciudadanía y pronto se dará una respuesta para bien de la sociedad lagunera”, dijo ayer el alcalde, Guillermo Anaya Llamas.
La agenda de trabajo del Alcalde, no incluyó atender a los miembros de la comunidad de homo-sexuales que anunciaron con mucha antelación su marcha, que finalmente quedó ayer a las 11 de la mañana en una concentración de muchos de ellos, vestidos de mujer en la explanada de la presidencia municipal.
¿Por qué no los atendió?, se le preguntó al alcalde Anaya Llamas, “ya he atendido a algunos grupos, sí me he reunido con muchísimas personas de preferencias sexuales diferentes, los he recibido y he platicado con ellos, estas personas (las manifestantes), no representan a toda la comunidad gay de la Comarca Lagunera sino a la comunidad gay de un partido político que es el PRI en este caso”.
“Yo he recibido pues a muchísimos gays que he atendido respetuosamente, igual que lo ha hecho la Dirección de Salud y la Secretaría del Ayuntamiento”.
La respuesta pues se dará pronto.