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Washington, EU.- México debe considerar el surgimiento económico de China como una oportunidad para reorientar su economía y no como un reto negativo, afirmó ayer el economista Javed Burki, quien como vicepresidente del Banco Mundial (BM) tuvo que ver con México y posteriormente con China.
Burki, como Ira Shapiro, ex consejero de la Oficina del Representante Presidencial Estadounidense de Comercio Internacional (USTR, por sus siglas en inglés) y miembro del Consejo estadounidense sobre Competitividad, destacaron ayer que México y América Latina deberían hacer, como China y otros países asiáticos, una masiva inversión en educación e infraestructura.
Los oradores sugirieron que a pesar del crecimiento que registró en los primeros siete años de funcionamiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México desaprovechó de hecho la oportunidad, y aunque puede recuperar terreno deberá imitar mucho de lo que hizo China, incluso su énfasis en básicos.
China y la India producen cada una más de 300 mil ingenieros al año, recordó Burki. México produce 73 mil 300. Destacó como ejemplo que a diferencia de México, China insistió en la transferencia de tecnología, y el resultado ahora es que China compite tanto en mano de obra barata como en alta tecnología -aunque Shapiro recordó que los chinos recurrieron tanto a la transferencia legal como a la ?no legal?.
?China es una oportunidad para todos?, dijo Burki, quien expresó certidumbre en que aquel país será en 20 años la segunda potencia económica mundial y probablemente la primera en términos de paridad de poder adquisitivo, o sea relación entre salario y poder de compra. Eso es bueno para la economía mundial, insistió, al exhortar a México a hacer como los países latinoamericanos y aprovechar el mercado chino.
De hecho, subrayó que México no parece ver a China como posible comprador y destacó que mientras México adquiere productos chinos por seis mil 300 millones de dólares, sólo vende 450 millones. ?¿Por qué no verlo como oportunidad??, puntualizó, al recordar que China es ahora uno de los principales compradores de productos agrícolas de Brasil y Argentina. Otra cosa puesta en marcha por chinos y asiáticos fue usar el estado para la creación de infraestructura, si bien los oradores destacaron que mientras en Asia se fortaleció al estado, en América Latina se le debilitó.
En opinión de Burki, en todo caso, esas inversiones deben ser realizadas por México y subrayó que otros países de América Latina ven a China como una oportunidad y no como un reto negativo.
El economista destacó que los chinos de hecho comenzaron su proceso desde hace medio siglo, aunque también sacrificaron a una generación y media en el proceso, para mejorar su educación y su infraestructura.