TORREÓN, COAH.- Tras los lamentables hechos ocurridos el pasado sábado en el estacionamiento del Estadio Corona al término del juego entre Santos Laguna y Toluca, donde integrantes de las porras La Komún y La Tribu protagonizaron una fuerte bronca, donde varios de sus integrantes resultaron lesionados, la directiva del Santos Laguna llamó a la cordura a los miembros de ambos grupos.
La riña inició en las afueras de la localidad de Sombra Sur, donde los grupos de animación se reúnen regularmente a cantar al equipo local al término de sus encuentros, y tras algunas diferencias, estalló la violencia ante los asustados aficionados que se disponían a salir del área de estacionamiento.
El conflicto se prolongó por algunos minutos y se extendió hasta las afueras del inmueble, y gracias a la intervención de los uniformados, se evitó que pasara a mayores, aunque dejó un amargo sabor de boca entre quienes tuvieron la mala fortuna de presenciar este vergonzoso espectáculo.
Alberto Canedo, vicepresidente del Club Santos Laguna, lamentó estos acontecimientos y rechazó que la organización albiverde tenga responsabilidad al respecto, ya que lo referente a seguridad en el estadio queda en manos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, para lo cual se contratan los servicios de entre 200 y 500 elementos, de acuerdo a la importancia del partido en turno.
“Nosotros como club somos sólo un facilitador para que las porras se unan y tengan un lugar en el estadio, pero con ciertos límites, sin faltar al respeto a los aficionados o al equipo rival.
El objetivo con las porras es que guarden un comportamiento adecuado dentro y fuera del estadio, que se dediquen a apoyar al equipo en las buenas y en las malas, y de ser posible, que se mantenga la unidad entre ellas”.
Dijo el directivo que en alguna ocasión, él propuso llamar al total de estos grupos de apoyo como “Porras Unidas del Santos Laguna”, con el fin de darle una mayor estructura y formalidad, para lo cual se cuenta con catorce grupos, todos con sus respectivos líderes perfectamente identificables.
“Tenemos porras de todas”
Alberto Canedo afirmó que en el Corona se cuenta con catorce porras, todas con un estilo muy particular de conducirse, desde las muy tranquilas, como la Ultra Cherry de Plateas y otras que pasan el partido con cánticos o música de tambores, hasta llegar a las más prendidas como La Komún, cuyos integrantes se pasan la mayor parte del tiempo en medio de cantos y saltos.
“El estadio Corona es uno de los más tranquilos, yo he tenido la oportunidad de visitar muchos estadios y los conflictos son mucho más fuertes. Nos sentimos responsables de lograr que la gente que acuda al Corona disfrute tranquilamente el partido y se retire de igual forma a su domicilio, por ello hablaremos con representantes de las porras involucradas para que aclaren la situación y entiendan lo importante que es el guardar la cordura”.
No descartó el directivo que en caso de que alguna porra o grupo de seguidores del equipo genere problemas que dañen la imagen del club o perjudiquen a los aficionados, se llegue al extremo de no permitirle la entrada al estadio, puede reservarse el derecho de admisión al inmueble.
“Somos respetuosos de la forma de expresión de las porras, y mientras no realicen actos que vayan en perjuicio de los demás aficionados, tendrán el apoyo del club, pero si pasan los límites, entonces tomaremos medidas para evitarlo”.
Afirmó que para cada encuentro se asigna una determinada cantidad de boletos de cortesía a las porras, y varía de acuerdo al número de integrantes.
“Considero que en total son alrededor de 1,200 personas las que integran las 14 porras registradas, y en el caso de las que viajan a otras plazas con el equipo, lo hacen con recursos propios, lo cual es muy loable y digno de reconocerse. El mayor apoyo que nosotros aportamos es el mantener el espectáculo para la comunidad lagunera, ese es nuestro fin social y considero que en la medida de nuestras posibilidades lo hemos hecho, pero necesitamos la colaboración de todos para continuar adelante”.
Venta de lugares en gradas, un problema
El directivo reconoció que la venta de lugares en el graderío, principalmente en Sombra Norte y Sur, es un auténtico problema, por lo que dijo, será necesario establecer un sistema de vigilancia a fin de que las personas que acostumbran esta práctica desistan y entiendan que se trata de localidades donde no hay reservado de lugares y mucho menos está permitida la venta de ellos.
Agregó que hasta el momento nadie se ha presentado a denunciar en su momento el abuso que se comete con la venta de lugares en la grada, por lo que se hace necesario que aquellos que se sientan ofendidos con esta acción, denuncien ante los agentes policíacos la irregularidad para tomar las medidas necesarias y hacer respetar su derecho.
“Lo importante es educar a la gente para que aprenda a respetar el derecho que tienen los demás a ocupar un lugar por el cual pagó en taquilla. Para eso realizamos ya un estudio a fin de encontrar la mecánica adecuada para organizar las áreas más conflictivas del estadio y evitar al máximo esa situación, que de continuar así puede generar situaciones de violencia”.
Reventa a la baja
Al referirse al problema de reventa de boletaje en las afueras del Estadio Corona, dijo que aunque no ha sido posible erradicarlo en forma total, sí se ha experimentado una considerable disminución en tal actividad.
Agregó que con la finalidad de hacer más accesible que los aficionados obtengan los boletos y se eviten las largas filas en las taquillas del estadio, se trabaja en conjunto con un grupo de boleteros afiliados a la CTM, los cuales se convierten en vendedores ambulantes en los alrededores del estadio, quienes ofrecen los boletos al mismo precio, aunque solicitan a los aficionados alguna gratificación, la cual es voluntaria, a criterio y posibilidad del cliente.
Canedo Macouzet dijo para finalizar, que estos vendedores se encuentran plenamente reconocidos, al portar chaleco, gafete y gorra que los identifica como vendedores oficiales, contrario a lo que ocurre con los revendedores, quienes ofrecen los boletos al precio que ellos quieren.