Gómez Palacio, Dgo.- Hace apenas seis meses Gloria Plascencia se gastó más de cuatro mil pesos en mandar hacer un nuevo registro para el drenaje que, le dijeron entonces, serviría para retener la grasa de los desechos de comida que prepara; todavía no ha sido enterada de la nueva disposición para colocar trampas en los fregaderos con ese mismo fin.
La propietaria del establecimiento de antojitos “Javi”, localizado en el número 354 norte de la avenida Aldama, dijo estar de acuerdo con estas medidas si el propósito es un beneficio común, pero considera que debe haber flexibilidad a la hora de hacer el pago por la instalación.
Recordó que entonces, el Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado le hizo saber a través de un escrito que llegó hasta el local, que la medida era de carácter obligatorio, fijándole un plazo para que contratara la obra incluso al propio organismo operador.
Entonces tuvo la facilidad de pagar el 50 por ciento al principio y el resto al concluir los trabajos, que llevaron a cabo los trabajadores del Sideapa en su banqueta, en la cual se puede observar la tapa del registro común y a un lado la del nuevo, que según le dijeron serviría para retener la grasa y evitar que ésta se fuera junto con el resto de las aguas residuales.
La dueña del negocio de alimentos consideró que este tipo de medidas son positivas si el propósito es que los establecimientos funcionen adecuadamente y no tengan taponamientos en sus redes de drenaje, pero debe tomarse en cuenta la situación económica de los comercios.
En este sentido, el presidente de la Cámara de Comercio de Gómez Palacio, Luis Felipe del Rivero Ibarra dijo que se demandará al organismo operador que las nuevas trampas que se deben colocar en los fregaderos de los negocios dedicados a la venta de alimentos, tengan un costo accesible y que de ser necesario, se garantice que el funcionamiento será el adecuado.
Manifestó que el organismo está de acuerdo con la medida, siempre y cuando el Sideapa garantice la efectividad y sea flexible con los usuarios, de manera que no se proceda con sanciones o limitaciones de algún servicio contra quienes en un tiempo razonable no adquieran la trampa para contener la grasa.
Del Rivero Ibarra consideró que no todos los dueños de establecimientos de este giro están en condiciones para pagar 600 ó 700 pesos, pues debe considerarse que la situación económica no es la más favorable.
A justificar medida
Los regidores panistas Julio Castañeda y José Antonio Meraz Noriega, consideraron que la instalación obligatoria de dispositivos para contener la grasa en establecimientos de comida, debe justificarse con un estudio técnico que se dé a conocer a las instancias involucradas.
El primero, integrante de la Junta Directiva del Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado de Gómez Palacio, dijo que durante la última reunión se les hizo saber de la medida, pero no se ofrecieron más elementos que las fotografías expuestas por el director, Adelmo Ruvalcaba Nieto, del artefacto y su finalidad de retener la grasa para un mejor tratamiento de las aguas residuales en la planta que ya opera.
Dijo Castañeda que la propuesta debe ser analizada a profundidad, tomando en cuenta que existen grandes empresas que aunque tienen en proceso de construcción sus respectivas plantas de pretratamiento, también son generadoras de contaminación a la red de drenaje, en una cantidad muy superior a la que representan los pequeños negocios de alimentos.
Por su parte, Meraz Noriega, integrante de la Comisión del Sideapa en el ayuntamiento precisó que hasta el momento a ésta no se le ha tomado en cuenta para aplicar nuevas disposiciones como los contenedores de grasa referidos.
Además, dijo, deben involucrarse otras instancias relacionadas con el aspecto sanitario, como la Jurisdicción número Dos y la Dirección de Salud Municipal, además de ofrecerse un padrón de cuáles negocios y dónde se ubican los que deberán adoptar la medida.