Agencias
BARCELONA, ESPAÑA.- Ricardo Bofill, novio de la cantante mexicana Paulina Rubio, podría ingresar en prisión si prospera la petición de la fiscalía para que se le condene por conducir ebrio y negarse a pasar el test de alcoholemia.
El fiscal pidió ayer para el hijo del arquitecto español, Ricardo Bofill, una pena de siete meses de cárcel y una multa de unos cinco mil 400 dólares, además de dos años de privación del carné de conducir.
El acusado ya fue condenado en septiembre del pasado año a una multa de dos mil100 dólares y un año de retirada del permiso de conducir por no respetar un semáforo en rojo cuando conducía borracho su motocicleta en Barcelona.
Bofill compareció ayer en un nuevo juicio aunque, tras esperar más de dos horas, la vista fue aplazada por la incomparecencia de uno de los agentes de la policía que lo retuvieron después de que estrellase su vehículo contra un árbol.
El joven, molesto, comentó en tono irónico a los periodistas que "confío mucho en la Justicia española porque funciona muy bien", al tiempo que afirmó que el día de los hechos ni siquiera había bebido y que únicamente se trató de un accidente.
Los hechos ocurrieron el 21 de julio de 2000, cuando Ricardo Bofill, tras asistir a una fiesta, conducía un BMW por una calle de Sant Just Desvern, en las cercanías de Barcelona.
Según el fiscal, el novio de Paulina Rubio había ingerido bebidas alcohólicas, por lo que "tenía mermadas sus facultades psicofísicas, con la consiguiente lentitud de reflejos, reducción del campo visual y alteración de la percepción, efectos que limitaban gravemente su aptitud para el manejo del vehículo".
En esas condiciones, indica el fiscal, el acusado perdió el control del coche y se estampó contra una papelera y un árbol, causando daños por valor de unos 11 mil dólares que también le reclama el Ayuntamiento de Sant Just.
El fiscal añade en su informe que los agentes percibieron en el acusado síntomas evidentes de ir borracho como "rostro desencajado, ojos brillantes, frases rápidas e incoherentes, fuerte aliento a alcohol, cambio de comportamiento de relajado a violento y, además, necesitaba de apoyo" para caminar.
El informe de la policía indica también que Ricardo Bofill apoyó la cabeza en el hombro de un agente debido a la borrachera y somnolencia.