Reuters
Washington, EU.- El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, dijo ayer que la mejora del ritmo del crecimiento económico del país debería generar pronto una reactivación del empleo, pero advirtió que los crecientes déficit presupuestarios representan una amenaza seria para el largo plazo.
Al hablar vía satélite ante la Asociación de Industrias de Valores en Boca Ratón, en el estado de Florida, el jefe del banco central estadounidense indicó que las tasas de interés seguirían bajas por algún tiempo más porque no hay señales de que las empresas puedan mantener las alzas de sus precios.
“En estas circunstancias, la política monetaria puede ser más paciente”, dijo Greenspan, quien igualmente agregó una nota de cautela al decir que “ningún banco central puede darse el lujo de dejar de vigilar las perspectivas de inflación”.
En su último encuentro para fijar la política monetaria, que se realizó el 28 de octubre, la Fed mantuvo la tasa clave de los fondos federales a su mínimo en 45 años de uno por ciento, y dijo que podría seguir en ese nivel por un período de tiempo considerable.
Los comentarios que hizo Greenspan ayer ratificaron esta posición sobre las perspectivas para la tasa de interés.
Los comentarios más fuertes de Greenspan estuvieron dirigidos al debate sobre el posible impacto de los crecientes déficit presupuestarios y la urgencia de que los legisladores enfrenten este tema.
En la próxima década, Estados Unidos enfrentará una primera ola de jubilaciones de personas nacidas durante el auge de natalidad que vivió la nación después de la Segunda Guerra Mundial, lo que impactaría en las cuentas del sistema público de Seguridad Social del país.
Déficit se cierne sobre perspectivas
El jefe de la Fed advirtió que una sombra se cierne sobre las perspectivas del país.
“El panorama para el corto plazo, de optimismo relativo, para la economía estadounidense se desarrolla contra un contexto de creciente preocupación de largo plazo en los mercados financieros sobre el presupuesto federal”, dijo Greenspan.
Agregó que las recientes conversaciones por el presupuesto de Estados Unidos que mantuvieron los legisladores republicanos y demócratas “no fueron alentadoras”.
En un tema, Greenspan se puso del lado del presidente estadounidense George W. Bush y los republicanos, al decir que el control del gasto público, y no las alzas de impuestos, debería ser visto como la mejor forma de reducir los déficit.
El presidente de la autoridad monetaria lamentó la pérdida de disciplina presupuestaria entre los legisladores y advirtió en forma categórica sobre las consecuencias si fracasan las iniciativas para equilibrar las cuentas públicas antes de que un mayor número de retirados comiencen a presionar los recursos de la Seguridad Social y suban los costos de los préstamos.
“Este acontecimiento podría tener efectos notables y desestabilizadores sobre la economía”, dijo Greenspan.
También sostuvo que el mercado laboral estadounidense parece estar “estabilizándose”, después de un período largo de debilidad.
Reactivación a la vista
“Las probabilidades (...) apuntan cada vez más hacia una reactivación de la creación de empleos”, dijo Greenspan, quien observó que como los inventarios de muchos sectores están ajustados, las empresas podrían reconstituirlos, lo que implicaría un repunte de las contrataciones.
Los datos económicos de ayer reforzaron la visión de que la economía está recuperándose.
El Departamento del Trabajo dijo que el número de solicitudes presentadas por primera vez para recibir el subsidio por desempleo disminuyeron fuertemente la semana pasada y llegaron a un nivel no visto desde antes de que la economía cayera en una recesión, en marzo de 2001.
Al mismo tiempo, la productividad, que es la medición de la producción por hora de un trabajador, se incrementó con fuerza en el tercer trimestre, una señal más de un menor estrés en los precios, ya que una alta productividad restringe el costo de producir más bienes.
Los analistas dijeron que Greenspan, como es costumbre, se esforzó por lograr un equilibrio entre el optimismo en torno a una recuperación económica y los riesgos para el repunte, como los déficit.
“El va a ser uno de los últimos en estar convencidos de que tenemos una recuperación”, dijo Cary Leahey, un economista de Deutsche Bank Securities, en Nueva York.
La economía de Estados Unidos avanzó a un ritmo anualizado de 7.2 por ciento en el tercer trimestre, según muestran las estadísticas gubernamentales más recientes, una expansión que Greenspan elogió, pero que, advirtió, no sería “sostenible en el largo plazo”.