28 noviembre 2003
Roma, (EFE).- Una veintena de premios Nobel de la Paz pidieron hoy en Roma el reforzamiento de la ONU para luchar contra el terrorismo que golpea al mundo y sembrar la semilla de una nueva cultura de la convivencia y la solidaridad.
El clamor de los galardonados fue de hecho una reiteración de la misma demanda que ya hicieron el año pasado en este foro, promovido por la Fundación Gorbachov y el Ayuntamiento de la capital italiana y dedicado a debatir las emergencias que amenazan al planeta.
Los oradores que participaron en la sesión inaugural, que abrió el Dalai Lama, líder político y espiritual del Tíbet y Premio Nobel en 1989, constataron el sombrío panorama trazado por el terrorismo y la escalada de atentados y muertes tras la guerra de Iraq.
Ante esta situación de amenaza y alerta global, que se suma a los conflictos regionales como el de Oriente Medio y la violación de los derechos humanos en muchas partes del mundo, todas las miradas se volvieron hacia la ONU como "único eje viable" para gobernar la comunidad internacional.
El Dalai Lama apeló al sentido espiritual de la Humanidad para conseguir un cambio en la voluntad de los hombres que permita abrir paso al diálogo como única herramienta para solucionar los contenciosos entre países, culturas y religiones.
En el diálogo puso el énfasis también el ex presidente y ex sindicalista polaco Lech Walesa, premio Nobel de la Paz en 1983, que apeló al sentido de la responsabilidad de los gobernantes y a su proyección más hacia el futuro que hacia el presente.
De los problemas de hoy en día habló el último presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, Premio Nobel en 1990 y promotor de este encuentro, al referirse a la necesidad de recuperar el consenso en torno a la ONU y a las instituciones internacionales.
"Una de las enseñanzas del 11 de septiembre es que la potencia militar de EU no garantiza la seguridad y hay que reforzar las Naciones Unidas y dar más espacio a la diplomacia, a la tolerancia y a las estrategias de lucha contra la pobreza", dijo Gorbachov.
También pidió que se fortalezca la ONU el Presidente de la Cámara de Diputados italiana, Pierferdinando Casini, que pidió una acción global más decidida contra el terrorismo, al tiempo que estableció un nexo fundamental entre la paz y los derechos humanos.
El alcalde de Roma, Walter Veltroni, fue más allá y, tras condenar de forma categórica la "guerra preventiva", afirmó que nada se puede hacer contra la violencia ciega si antes no se desarman la mente y los corazones de los hombres.
La IV reunión anual de los premios Nobel de la Paz, que se prolongará durante todo el fin de semana, abordará el papel de la ética en la política, la economía y la ciencia.
La búsqueda de una ética individual frente a la gobernabilidad de la globalización es el argumento de partida de las discusiones, que se iniciaron hoy con el mundo de la política como referente.
El Tercer Mundo se convirtió en la principal preocupación de los ponentes debido al temor que en esos países tienen las minorías privilegiadas a perder el control de la riqueza.
Los premios Nobel de la Paz abogaron por una cultura universal que no se traduzca en una simple carrera por acaparar los recursos, pasando incluso por encima de los valores de la convivencia humana.
A esta convocatoria se han sumado once personas galardonadas con el Nobel de la Paz, entre ellas la guatemalteca Rigoberta Menchu y el costarricense Oscar Arias, además de quince organizaciones distinguidas igualmente con este prestigioso galardón.