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Plaza Pública / Legisladores acuciados

Miguel Ángel Granados Chapa

Dentro de ocho días, en sentido estricto, concluirá sus labores la LVIII legislatura. Los diputados que la integran serán sustituidos en las elecciones del seis de julio próximo. Mientras tanto, los sectores interesados en impulsar o frenar cierta legislación, además de realizar en términos discretos sus labores de persuasión o disuasión, escogen los medios públicos para hacer oir sus razones. Algunos proponentes llegan a audacias apenas concebibles.

Ya me referí a la pretensión de una porción de la familia González Torres para conseguir una sinergia que incremente la rentabilidad de sus negocios. Los González Torres, dueños de una franquicia electoral, consiguieron que una comisión dictaminadora de la Cámara que se va aceptara su propuesta para reformar la ley de propiedad industrial en forma que los González Torres dueños de farmacias y laboratorios dedicados a la explotación de patentes vencidas se beneficien con investigaciones ajenas. Claro que es poco edificante presentar los hechos con tal crudeza, alegando que sólo se trata de hacer dinero, y por lo tanto se enmascaran los verdaderos propósitos con otros que proclaman un beneficio social a cuya consecución nadie puede oponerse.

Alegan los negociantes González Torres, unos y otros, que con esa reforma los diputados ayudarán ?a los que menos tienen?. Con el conmovedor membrete Cruzada nacional en defensa de los enfermos de sida y cáncer, explican a los legisladores que con esa enmienda legal ganarían ?los dos y medio millones de enfermos de cáncer y los 250,000 enfermos de sida, con sus respectivas familias, pues muchas veces el costo de estos medicamentos los paga la familia?. Además, ?el sector salud (IMSS, ISSSTE, SSA...podrán (sic) comprar medicamentos a menor precio, con lo cual se nivelaría su mala situación financiera actual?. Y ganaría también ?la industria farmacéutica nacional, que se beneficiaría con la venta de estos medicamentos en beneficio del país?.

Con esos argumentos especiosos los González Torres (los que presentaron el proyecto de enmienda, y Víctor, propietario de las Farmacias Similares) han ganado para su causa a la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum. Con su firma se publican mensajes dirigidos al diputado Armando Salinas Torre, presidente de la mesa directiva de la Cámara, en que se dicen verdades de a kilo, como las siguientes: ?La salud es un derecho humano fundamental. En el mundo, la medicina es muy costosa, pero lo es más para los pueblos pobres, en especial los indígenas. En Latinoamérica, el costo de los medicamentos protegidos por patentes los hace inalcanzables para los enfermos de escasos recursos, lo que ocasiona que millones de personas mueran cada año al no poder acceder a ellos?.

Mas en seguida la activista guatemalteca llama ?acto de justicia? a la reforma al artículo 77 de la ley de propiedad industrial, y pide a los diputados ?con el mayor respeto...que no dejen pasar esta oportunidad histórica de favorecer a los más desprotegidos, pues se trata de una decisión a favor de la humanidad?...y de los señores González Torres, añado por mi parte, con todo respeto a la señora Menchú Tum.

Sus patrocinados no le dispensan respeto semejante. La hicieron formar parte, el domingo pasado, de una caravana que viajó a Cuba para presentar a ?las Simichicas del Dr. Simi?, el personaje de caricatura que anuncia las farmacias de Víctor González Torres. Una de las Simichicas es Helmys Stevenson, a quien se presenta en esta memorable muestra de oportunismo político como ?hija del máximo héroe deportivo de Cuba, Teófilo Stevenson, a quien se le considera doblemente héroe, por dos cosas: Campeón olímpico por repetidas ocasiones y porque nunca renunció a su fidelidad por el Comandante Fidel Castro y por la Revolución Cubana, y a pesar que le ofrecieron millones de dólares nunca dejó de ser un deportista amateur?.

Esa mención basta a los publicistas del Dr. Simi y sus Simichicas para hacer figurar en sus planas al deportista y a Castro, muy jóvenes ambos, al lado de una foto de la Premio Nobel que, ?con la gran actriz Aracely Arámbula?, otra Simichica, se hospedaron en el hotel Nacional de La Habana el domingo pasado ?como embajadoras de buena voluntad en su visita a la bella isla, con el objeto de asistir a la Feria Internacional de Salud para todos...?.

Otro modo de acuciar a los legisladores para que hagan su trabajo acaba de ser anunciado por la Coparmex. Con ignorancia de las regulaciones internas de la Cámara, y con una elevada consideración de su papel en la sociedad, la Confederación patronal y otros organismos empresariales han propuesto al Congreso pagar un equipo de asesores que ilustren a los diputados en los temas sobre los que pretendan legislar. Es una iniciativa que sustituyó a la fallida de hacer diputados a dirigentes de la iniciativa privada, idea del mismo género lógico y ético de la que en el pasado propiciaba las bodas con extranjeros a fin de ?mejorar la raza?.

La Coparmex debería saber que la ley orgánica del Congreso ha establecido ya la asesoría de que habla, pagada por los contribuyentes y por eso no atada a intereses específicos. Esa ley ya dispone que se integren centros de estudios de finanzas públicas, de derecho e investigaciones parlamentarias y de estudios sociales y de opinión pública. Las cámaras deben ser autosuficientes en su capacidad analítica y deben establecer y hacer funcionar esos centros con personal de carrera que sirva a la institución.

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