EDITORIAL Columnas Editorial Caricatura editorial

Plaza Pública/Segundo frente

Miguel Ángel Granados Chapa

Elba Ester Gordillo y el SNTE no sólo mantienen abiertas las hostilidades contra Roberto Madrazo, Emilio Chuayfett y la mayoría de los diputados federales de su partido. Bregan también en un segundo frente, donde hoy ocurrirá un momento de definición. El espacio en que libran esa otra batalla es la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), que hoy celebra su cumpleaños número 66 con un congreso extraordinario, donde se dirimirán conflictos entre corrientes de burócratas, unos encabezados por el senador Joel Ayala, líder actual de ese núcleo sindical y otros por Rafael Ochoa (es decir Elba Ester Gordillo), secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

En vísperas de que se convocara al congreso de hoy, el 26 de noviembre apareció un frente “por la recuperación de la FSTSE”. Dieciocho sindicatos (de los cuales la mitad abjuraron rápidamente de esa militancia, o denunciaron haber sido incluidos contra su voluntad) se propusieron liberar a la federación burocrática, de la que según su dicho se ha apoderado Ayala Almeida. Denunciaron prácticas clientelares del dirigente, sobre todo relacionadas con la distribución de créditos para vivienda, un logro del que, por su lado, se ufana el líder real del Sindicato de Salud. Le reprocharon también permanecer inactivo frente al Programa de separación voluntaria, un mecanismo de ajuste de personal desarrollado desde la época del presidente Salinas.

Esos sindicatos se posicionaron ante la inminente convocatoria al Congreso extraordinario, que se hizo pública el 27 de noviembre. La reunión de hoy se ocupará, entre otros asuntos, del “análisis y definición de la estrategia del presente y el futuro político de la FSTSE” y de la reforma de sus estatutos. Esos últimos puntos se refieren, no tan enigmáticamente, al propósito de Ayala Almeida de continuar al frente de la Federación, de manera análoga a como hizo duradera su permanencia al frente del sindicato a que pertenece. De ese modo, quizá hoy mismo, se hará reelegir o para frustrar el propósito del SNTE de desbancarlo. Hace tres años el magisterio, Elba Ester Gordillo, tenía ese propósito, pero la habilidad de Ayala Almeida lo frustró, como busca hacer de nuevo.

El líder se hizo apoyar por la dirección de más de sesenta sindicatos, del total de 109 que forman la Federación y la mayor parte de los líderes estatales de la FSTSE. Además de reconocer méritos en su conducción, los dirigentes leales confirmaron su adhesión personal a Ayala y se declararon “convencidos de que con la dirección política de usted, señor senador Ayala, se garantiza dentro de la unidad referida el seguir obteniendo mejores condiciones económicas y de seguridad social y muy específicamente la estabilidad laboral (seguridad en el empleo)”.

Nueve de los sindicatos presuntamente agrupados en el “frente por la recuperación del FSTSE” aclararon anteayer que sus firmas y sus nombres fueron usurpados. De ese modo, quedarían realmente en la oposición el poderosísimo SNTE, el igualmente numeroso sindicato de Sagarpa y el de Comunicaciones y Transportes, por sólo citar los más notorios. También figura en ese frente el Sindicato de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal, pero su dirigente, el diputado local José Medel más bien está para que le presten auxilio y no para ofrecerlo, debido a la rebelión interna que padece.

Ayala Almeida, en cambio, tendría el apoyo de decenas de sindicatos de la administración central y la centralizada, lo que le permitiría afianza y prorrogar su liderazgo. Nacido en 1946 (el próximo 20 de diciembre cumplirá 57 años de edad) en San Luis Río Colorado, se graduó de licenciado en economía en la Universidad Nacional. A los 28 años comenzó su carrera sindical, como secretario de conflictos laborales en los estados, en el comité del sindicato de la Secretaría de Salubridad y Asistencia (hoy de Salud) en el trienio 1974-77. Inmediatamente saltó al cargo principal, la secretaría general, de que salió por primera vez en 1980 y volvería a ejercerla casi veinte años después, de 1995-98. En ese lapso no abandonó los cargos de dirección sindical. Fue, sucesivamente presidente del consejo nacional de vigilancia, del comité consultivo, de la comisión nacional de honor y justicia. Volvió al comité nacional como secretario del patrimonio.

Al concluir su primer período en la secretaría general —desde donde practicó la represión sindical que todavía hoy denuncian algunas de las víctimas, como Antonio Vital—, en 1980 Ayala Almeida se incorporó a la dirección nacional de la FSTSE, donde ha sido secretario de previsión social, representante ante la Junta directiva del ISSSTE, secretario de vivienda y secretario general desde 1998, aunque ahora su cargo es de presidente del órgano superior de Gobierno de la Federación burocrática.

Fue diputado federal por primera vez en 1979, elegido en el 13o. distrito de la ciudad de México. Volvió a la cámara en 1997, como diputado de representación proporcional, asignado a la primera circunscripción a que pertenece su estado natal. Actualmente es senador, también de representación proporcional.

Sus adversarios carecen de autoridad moral para increparlo y procurar sustituirlo porque, con modalidades, practican los vicios que le atribuyen. Eso no mejora su perfil como dirigente, asediado por ahora. Pero su situación se aligerará en tanto que Gordillo se ocupe principalmente de salvarse, en vez de atacarlo.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 63424

elsiglo.mx