Por María Elena Holguín
El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La mayoría ni siquiera tenía el gusto de conocerla. Raquel Reyes Bretado, la líder sindical de los trabajadores del Gobierno del Estado, estuvo ayer en esta ciudad, por primera vez, casi al término de su gestión de tres años, pero su presencia desató el repudio de quienes le demandaron una explicación sobre el paradero del fondo del retiro y la anulación del proceso de elección a que convocó unilateralmente.
La incapacidad para dialogar de la mujer y la insistencia de los sindicalizados a ser atendidos, traspasó la línea del conflicto intersindical y se convirtió en un pleito en plena calle, plagado de agresiones mutuas que hicieron necesaria la presencia de las autoridades procuradoras de la justicia.
La secretaria general del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Tres Poderes del Estado de Durango llegó a Gómez Palacio antes de las diez de la mañana, acompañada por otras cuatro personas que se encargarían de visitar las dependencias para dar a conocer a los agremiados que este día se llevará a cabo la elección de la nueva mesa directiva de la Sección Laguna, la que durante 15 años ha estado representada por Lauro Manzanera Silva.
Cuando acudieron al Edificio Durango, donde se concentra la mayoría de los agremiados, éstos le demandaron una explicación acerca del fondo del retiro, el cual fue creado desde 1995 y que a pesar de que tiene acumulados 4.4 millones de pesos, hay personas que desde el pasado mes de abril están reclamando la devolución de este dinero sin obtener respuesta.
En lugar de darles la atención que esperaban, Reyes Bretado y sus acompañantes salieron del edificio y caminaron apresuradamente hacia la plaza principal, mientras el contingente sindical seguía sus pasos.
Hasta la iglesia de Guadalupe fue a parar Raquel Reyes en su intento por refugiarse, acosada por las interrogantes que durante casi una hora se le hicieron pero renuente a darles una respuesta. “En Durango les puedo dar todas las explicaciones que quieran”, se concretaba a decirles.
Apresurados siguieron caminando por la avenida Independencia, dirigiéndose hacia la Suburban en que viajaron hasta aquí y que dejaron estacionada a una cuadra; con manotazos a quienes se le acercaban, la líder sindical logró abordar el vehículo pero cuando se disponían a huir, Alejandra Ramírez Román, empleada del Juzgado Primero Civil, se tiró al piso debajo del vehículo para impedir que éste avanzara, apoyada por otras mujeres que se apostaron en la parte delantera de la unidad, mientras el claxon no dejaba de sonar.
Carmen Aguilar Castañeda, quien trabaja en el Juzgado Segundo Civil, dijo que la dirigente la había golpeado en el cuello con el puño cerrado “con tal de subirse a la camioneta y huir de las exigencias de explicaciones acerca de dónde está nuestro dinero”.
Encerrados en la Suburban permanecieron el chofer y el comité sindical que encabezaba Reyes Bretado, mientras los inconformes sacaron el aire de las llantas para evitar que el vehículo avanzara y Alejandra se resistía a levantarse, exponiéndose a los vehículos que pasaban a escasos centímetros por la Independencia; enfrente, en la plaza, ya se había formado una valla de personas que atestiguaban el conflicto.
Al lugar llegó el agente del Ministerio Público de Delitos Diversos, Aurelio Urbina, para levantar un acta de lo que él consideró como una privación ilegal de la libertad de quienes estaban dentro del vehículo, al igual que el comandante de la Policía Ministerial, Gilberto Estrada Quiñones, quien trató de intermediar entre las dos partes con pocos resultados.
El jefe policíaco logró que la presión cediera un poco y los ocupantes del vehículo salieran para dialogar, pero otra vez no llegaron a ningún acuerdo: “Queremos nuestro fondo del retiro”, demandaban los trabajadores, a la vez que Raquel les insistía en que quien tuviera dudas acudiera a Durango.
La comitiva sindical se resguardó en la unidad 0440 de la Ministerial y otra vez Alejandra Ramírez volvió a tirarse sobre el asfalto para impedir que se fueran. Hubo la necesidad de bloquear la circulación por la avenida Hidalgo.
“Llévela al sótano del edificio (Durango), custodiada y ahí platicamos con ella”, le gritó alguien al comandante, pero éste les dijo que “yo no puedo obligar a nadie a que dialogue con ustedes, lo que sí puedo es emplear la fuerza porque ustedes no respondieron, hubo disposición y ustedes no respondieron”.
Una decena de elementos ministeriales rodeó la patrulla, dispuestos a retirar a la oponente, pero Lauro Manzanera intervino y acordó con su dirigente reunirse en las oficinas sindicales, en la colonia Revolución.
Raquel Reyes Bretado falló al compromiso, pues no acudió a la cita y los sindicalizados se quedaron esperándola.
Conflicto
Este día será de conflicto para los trabajadores al servicio del Estado, pues se llevarán a cabo las elecciones de la Sección Laguna a que convocó la secretaria general en la entidad, sin el consenso de los integrantes.
En medio del problema, Raquel Reyes Bretado aseguró que la asamblea se llevará a cabo y atribuyó las inconformidades a que el secretario general de la Sección, Lauro Manzanera, desea “eternizarse” en el sindicato.
Dijo que el fondo del retiro se ha entregado como corresponde y si los 268 agremiados gomezpalatinos buscan abandonar la agrupación, se les darán los mil pesos que hasta ahora tienen ahorrados.
A su vez, los trabajadores sindicalizados advirtieron que no permitirán que la elección se lleve a cabo, pues la convocatoria fue violatoria a los estatutos de la organización “y lo que ella quiere es imponer a alguien para evitar rendir cuentas de nuestro fondo del retiro”.
El secretario general de la Sección Laguna, Lauro Manzanera, dijo que durante tres años Raquel Reyes no había estado en Gómez Palacio, salvo ayer que vino a promover a Esperanza Samaniego como la nueva dirigente sindical.
Aseguró que desde abril, tanto el Gobernador, como el secretario de Finanzas del Estado, fueron enterados del conflicto sindical y de los enfrentamientos que podría desencadenar, pero este último, Juan Manuel Flores Álvarez, le respondió que era un problema interno.
“El martes pasado, en Durango, la Ministerial, la Municipal y gente del sindicato, portando armas, nos impidieron la entrada a las oficinas, donde se daría una información sobre el fondo del retiro, ahora vienen a imponernos una planilla para distraer la atención”, dijo.