Celebran con poca respuesta del público, el tradicional festival
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- No fue lo que se esperaba. Muchos factores, entre ellos principalmente la crisis económica, influyeron para que la gente tuviera una respuesta apática para Confites y Canelones.
El tradicional festival anual se llevó a cabo anoche en las afueras del Teatro Isauro Martínez, en donde se instalaron puestos improvisados de venta y muestra de alimentos típicos de estas fechas.
Tamales, champurrado, enchiladas, tacos y galletas fueron algunos de los productos que se encontraban en el corto recorrido por la muestra, que abarcó la avenida Matamoros, entre las calles Galeana y Jiménez.
A pesar de que el ambiente era poco alentador, los vendedores guardaban la esperanza de que en cuanto terminara la función del Coro Cien Años Cien Voces, las ventas mejorarían. Y quizás si aumentaron, pero no como se esperaba.
El escenario vacío del Artetrailer, que se usó como obstáculo para cerrar la avenida Matamoros, era sólo una muestra de la falta de expectativas. Ahí se presentaron los coros de la Escuela de Música Santa Cecilia y del colegio Cervantes.
Otros años, Confites y Canelones era una de las festividades más esperadas por los laguneros para la época decembrina, pero éste no fue lo mismo. Anteriormente, solía realizarse en domingo y quizás el que se desarrollara en miércoles influyó para que las familias optaran por quedarse en casa, mientras que otros prefirieron tomar la avenida Juárez para hacer el tradicional recorrido de las peregrinaciones.
De cualquier modo, los que asistieron se encontraron con una exquisita variedad de platillos mexicanos, con una buena dosis de villancicos y con una muestra del talento teatral que existe en esta región.
Se había convocado al concurso de nacimientos, que fue declarado desierto por la falta de participación; mientras que para el concurso de piñatas sólo se recibieron cuatro, de las que se eligieron a las dos ganadoras.
Hubo entusiasmo entre los organizadores: Teatro Isauro Martínez, Teatro Alfonso Garibay, Instituto Coahuilense de Cultura (Icocult) Laguna, Universidad Iberoamericana (UIA) Torreón y Museo Regional de La Laguna. Faltó, para esta ocasión, la participación de la comunidad.
Esperanza navideña
Quienes estuvieron en Confites y Canelones se encontraron además de comida tradicional y villancicos, una buena muestra del teatro local con la pastorela De la Esperanza.
A cargo del grupo de teatro de la Universidad Iberoamérica (UIA) Torreón, esta puesta en escena fue dirigida por Gerardo Moscoso con el apoyo técnico de Perla Valles.
Con las voces narradoras de Sergio Nevárez y Laura Olais, fueron apareciendo uno a uno los personajes de esta pastorela: Toña, Lupe, Pedro, Beto, Tita y Abundio.
No faltaron la Virgen María y San José, el arcángel y luzbel, el diablo mudo y el diablo grinch, y los Tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar. Todos ellos interpretados por alumnos de esta universidad.
GANADORES
La creadora lagunera Marcela López fue la encargada de seleccionar las piñatas ganadoras, en esta edición 2003 de Confites y Canelones.
PRIMER LUGAR: Ana Blanca Orandain. Por la originalidad de diseño y los rasgos tradicionales de la Navidad Mexicana, fue elegida la creación de esta pequeña, quien se ganó una televisión.
SEGUNDO LUGAR: Bernardo Velásquez Ríos. El trabajo de este pequeño lagunero fue elegido ganador de un minicomponente de sonido, por los elementos típicos de la piñata mexicana.
FUENTE: Teatro Isauro Martínez