Londres, (Notimex).- La sonda espacial Beagle II pudo caer en un cráter de un kilómetro de diámetro descubierto recientemente y localizado en la superficie llana Isidis Panitia de Marte, en el centro de la elipse donde fue planeado el aterrizaje.
La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) señaló en un comunicado que esa podría la razón por la cual no se ha recibido señal alguna ni haberla contactado por la nave orbital Mars Odyssey ni por los telescopios gigantes desde la Tierra.
De confirmarse este hecho, esto sería el fin de la misión ya que de acuerdo con su creador, Coina Pillinger, no existe posibilidad alguna de que pueda establecer comunicación con la tierra, escenario que calificó como indeseable.
Añadió que en caso de confirmarse la ubicación del Beagle II "se puede decir que hemos sido terriblemente desafortunados".
Científicos con base en el Centro Espacial Nacional Británico comenzaron un programa para saber las razones del silencio del Beagle II desde el día de Navidad en que debía haber emitido señales e integraron el "tiger team" (equipo tigre).
Los expertos desarrollaron un modelo de ingeniería de tamaño real de Beagle II y documentaron todas las posibilidades del silencio, su objetivo es precisar los detalles del proyecto.
La hipótesis sugiere que un aterrizaje problemático en el radio de este cráter -calculado en alrededor de 700 metros de profundidad- pudo haber detonado las bolsas de aire, lo que imposibilita al Beagle II para despegar con sus paneles solares.
En tanto, el ministro británico de Ciencia, David Sainsbury, dijo en una conferencia que el gobierno de Reino Unido apoyará la fundación en el ESA de un nuevo programa bautizado como Aurora.
Esto no es una derrota, comentó "necesitamos seguir con el ESA para asegurar que existirá un Beagle III que mejorará las variantes tecnológicas, el Aurora tiene como responsabilidad explorar y documentar", agregó.
Admitió estar decepcionado porque el Beagle II no ha seguido con el plan, pero dijo que lo que es seguro es que la investigación y los planes en Marte no se detendrán y contarán con el apoyo del Reino Unido.
Las exploraciones europeas de Marte en el futuro estarán bajo la protección de este programa que será el más completo en registro tecnológico y apoyará que, quizá en un futuro los astronautas puedan llegar al planeta rojo.
Por otro lado, la misión ExoMarx planeada para el año 2009 proyecta traer material rocoso de Marte a la tierra, aterrizar en el planeta y establecer conexiones provechosas para la ciencia.
La sonda beagle II tuvo un costo de 375 millones de d•lares, y es la primera misión completamente europea que se envía a un planeta y de haber logrado sus objetivos sería considerada como un triunfo británico y la exploración espacial europea.