CD. LERDO, DGO.- Está por cumplirse una semana de haber descubierto el cuerpo sin vida de un sujeto ejecutado y las autoridades todavía no pueden establecer la identidad del mismo, siendo inminente la posibilidad de enviar el cuerpo a la fosa común.
El agente del Ministerio Público, Julio Alejandro Silva Jiménez, informó que todavía no se presenta ningún familiar para reclamar el cuerpo y que ya fue agotada la mayoría de las listas de desaparecidos de la región y los Estados colindantes.
Hasta el momento sólo se ha podido establecer que el móvil del crimen fue la venganza y al momento del ajusticiamiento, la víctima se encontraba de rodillas y dando la espalda a su ejecutor.
Según la opinión del comandante de la Policía Ministerial, Gilberto Estrada Quiñones, existen dos hipótesis que motivaron el asesinato, presuntamente ocurrido el 24 ó 25 de octubre del presente año.
Las versiones son: El finado es originario de Durango porque la hebilla de su cinto tiene el nombre del Estado; y la segunda se basa en su vestimenta negra, similar a los ?guaruras? o agentes de seguridad en algún ?antro? de la región.
Otro dato extra para la investigación se enfoca en el físico del occiso. El hombre de aproximadamente 40 ó 45 años era muy robusto; Su pantalón era talla 58. También se estableció que medía más de 1.80 metros de estatura.
Como se informó en su oportunidad, el ejecutado fue descubierto por un chofer, la tarde del martes cuatro de noviembre, a unos metros de la carretera a Nazareno.
La autopsia del cuerpo indicó que la causa de la muerte fue hemorragia intercraneana producida por proyectil de arma de fuego. Cerca del cadáver se encontraron tres casquillos calibre nueve milímetros.
A pesar de no contar con identificaciones, el cadáver presenta una seña particular: un puente dental con dos coronillas color plata. Sobre su vestimenta se dijo que portaba: pantalón negro marca Ben Davis, playera negra, botas tipo ?Ropers? seminuevas y cinto negro.
El cuerpo se encontraba a 150 ó 200 metros de distancia de la carretera, tras unos matorrales, ubicados a casi cinco kilómetros del ejido Francisco Villa, poblado inmediato a la ?Cuesta de la Fortuna?.