SALTILLO, Coah.- Las inversiones en la Cuenca de Burgos de Coahuila, para la explotación del gas natural, podrían verse retrasadas de no haber un acuerdo entre los dueños de los predios donde se harían las exploraciones y perforaciones, y Pemex y la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat), ya que los productores agropecuarios temen que sus tierras y sus ranchos cinegéticos puedan verse afectados de manera irreversible, por los trabajos de la paraestatal energética.
Así lo consideró el senador Luis Rico Samaniego, quien desde hace tiempo se ha convertido en defensor del medio ambiente del centro y norte de Coahuila, como lo demuestra las defensas que ha hecho en el Senado, de los ríos Bravos y Sabinas; de las pozas de Cuatrociénegas, y ahora del entorno ecológico de las zonas que afectará Pemex.
En este último caso, dijo que ganaderos y propietarios de ranchos cinegéticos le han pedido su intervención ante el gobierno federal, a fin de asegurar una indemnización para la reparación de los daños que pudieran causar las exploraciones y explotaciones en la zona de Burgos.
El senador explicó que las tecnologías usadas en la ubicación de los yacimientos de gas, generan microsismos que afectan el entorno ecológico de las tierras donde se hacen las exploraciones y explotaciones, y que también causa el mismo efecto el paso y funcionamiento de la maquinaria pesada, las que sobre todo perjudican a los ranchos de cacería cinegética.
Dijo que esos pequeños sismos no los sienten las personas o no les perjudican, pero que los animales si los sienten y huyen asustados del lugar donde se trabaja con maquinaria pesada.
Agregó que los más perjudicados serían los dueños de los ranchos cinegéticos, porque cada año reciben miles de dólares de los cazadores de Estados Unidos, por el permiso que se les da para cazar en sus propiedades.
Por su parte el presidente de la Asociación Ganadera de Piedras Negras, Héctor Aguirre de Luna, aclaró que los ganaderos no se oponen al desarrollo de la Cuenca de Burgos, sino lo que piden es que no se afecte de manera irreversible al medio ambiente de la zona, y que en caso de que así fuera se les proporcione alguna indemnización.
Indicó que tan sólo en 2002, los propietarios de los ranchos cinegéticos recibieron más de 8 millones de dólares, provenientes de 4 mil cazadores que llegaron a la región.