reuters
BELFAST, IRLANDA DEL NORTE.- La policía y el ejército británico iniciaron ayer una importante operación de seguridad en uno de los distritos clave de Belfast en el comienzo de la fecha más tensa en el volátil territorio norirlandés.
Miles de ?orangistas? tomaron las calles en un pacífico inicio de las marchas anuales en conmemoración de la fiesta protestante del 12 de julio, día en que a menudo han aflorado las tensiones entre la mayoría protestante probritánica y la minoría católica irlandesa.
La mayoría de las manifestaciones no son controvertidas, pero las que pasan por los barrios católicos o en sus cercanías -donde son consideradas por muchos como provocaciones-, que terminan en hehcos violentos.
La provincia está siendo gobernada desde Londres a partir de que un escándalo de espionaje del Ejército Republicano Irlandés diera al traste con los nueve meses de gobierno compartido entre católicos y protestantes.
?Somos optimistas (de que no habrá violencia), pero siempre estamos preparados para lo peor?, dijo el superintendente David Boultwood, oficial a cargo de las patrullas por el controvertido distrito católico de Ardoyne, en el norte de Belfast.
Los cientos de celebraciones conmemoran el aniversario de la Batalla de Boyne, en 1690, en la que Guillermo de Orange (Guillermo III de Inglaterra) venció al depuesto rey católico Jaime II.