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Por amenazas decide cometer asesinato

Presunto asesino está bajo arraigo en una habitación del hotel California

TORREÓN, COAH.- “Porque había amenazado con golpearme y además impedirme ver a mi hija, fue que lo maté”, manifestó en su declaración ministerial el enfermero Juan José Zermeño Tello, señalado como responsable de la muerte de su rival en amores, Gerardo Alberto Serrano Gómez, quien fue degollado el miércoles por la mañana en el interior de su domicilio de la colonia Villas La Merced.

Desde ayer, el presunto homicida, quien negó haber incendiado el domicilio donde fue encontrada su víctima, quedó bajo arraigo en una habitación del hotel California, sito en calle 20 entre Diagonal Reforma y bulevar Águila Nacional, hasta en tanto el Ministerio Público, Liliana López de la Cruz, integre y consigne la averiguación previa en su contra.

Gerardo Antonio Pérez Pérez, delegado de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), manifestó que fue hasta las 05:30 horas del 27 se noviembre cuando finalmente el enfermero aceptó que él había dado muerte a Gerardo Alberto Serrano Gómez, de 31 años de edad, domiciliado en calle Del Abasto No. 1811 de la colonia Villas La Merced, que laboraba en la fábrica de ropa Wrangler.

Según lo narrado por el inculpado, la noche del 25 de noviembre se hallaba en el departamento ubicado en avenida Manuel Oviedo, edificio seis, número tres de la colonia Lucio Blanco, quien se alistaba para irse a trabajar como enfermero al Hospital Universitario, donde cubría el turno nocturno.

Antes de salir, abrió una gaveta en donde vio varios cuchillos, al momento que recordó lo que anteriormente le dijo María Altagracia Hernández Hernández, de 28 años de edad, de quien se había divorciado desde el pasado mes de mayo, pero que seguían viviendo en el mismo domicilio, para evitarle un trauma a la hija de ambos, de ocho años de edad.

Juan José tenía muy dentro de sí el sentimiento de humillación y rabia provocado cuando el sujeto que sostenía relaciones con su ex pareja, le envió con ella un mensaje en el sentido que lo iba a golpear y además no le permitiría ver a su pequeña hija.

Y más cuando María Altagracia le dijo que se iría a vivir con su amasio, de quien esperaba un hijo. Tiene cinco meses de embarazo

Durante todo el trayecto del viaje que hizo en el taxi que lo llevó a su centro de trabajo, fue rumiando su desquite, para lo cual le sería de mucha utilidad el cuchillo que había tomado de la cocina y traía dentro del maletín con sus uniformes y material para curación.

Al llegar al Hospital Universitario fue asignado al área de Terapia Intensiva y toda su guardia siguió pensando lo que haría en la mañana muy temprano, al salir de trabajar.

Pronto dieron las 07:45 horas y abordó otro vehículo del servicio público rumbo a la casa donde vivía su rival en amores, cuyo domicilio llevaba en su cartera desde dos meses atrás.

El encuentro

Al arribar a la colonia Villas La Merced, descendió varias calles antes para buscar la dirección, que ubicó porque en la cochera estaba el auto de Gerardo Alberto Serrano Gómez y el número 1811, sobre la puerta de acceso.

Tras llamar a la puerta esperó varios segundos luego de los cuales salió su contrincante, aún adormilado, pues se estaba preparando para irse a trabajar a la empresa Wrangler.

“Quiero hablar de hombre a hombre contigo”, fue el lacónico saludo de Juan José, quien recibió una respuesta similar de su interlocutor, que además le franqueó la entrada.

Tras cerciorarse que estaba solo en la casa, el enfermero le planteó que lo que le diría le iba a causar un gran enojo y temía que se desquitara a golpes, toda vez que el occiso era de una fortaleza física superior a la de Juan José, por lo que éste le propuso que se dejara atar las manos.

Después de unos momentos finalmente lo convenció y lo maniató con una de las vendas elásticas que llevaba en el maletín.

Una vez sentados en los sillones, Juan José sacó de uno de los bolsillos de su pantalón el cuchillo que desde la noche anterior llevaba, poniéndoselo en el cuello a su rival a la vez que le decía: “¡Ahora sí te va a llevar la ch..!”

Tranquilo, confiado que no le haría daño, Gerardo Alberto le respondió: “No juegues, mi hermano te lo va a quitar”.

Asustado porque creía que estaban solos, el enfermero reaccionó de manera violenta y le dio el mortal tajo para enseguida tomar sus pertenencias y salir apresuradamente del domicilio, siendo hasta dos calles después que abordó de nuevo un taxi con rumbo a Sam’s Club, de donde caminó hasta la Diagonal Reforma No. 2889 oriente, hogar de sus padres, de donde horas más tarde lo ubicaron los policías ministeriales.

El descubrimiento

Cuando terminaban de sofocar un incendio registrado en el domicilio ubicado en calle Del Abasto No. 1811 de la colonia Villas La Merced, los bomberos descubrieron en su interior el cuerpo sin vida de Gerardo Alberto Serrano Gómez.

Entre los sillones, tirado en el piso, se hallaba el cuerpo sin vida de Gerardo Alberto con las manos atadas hacia atrás con una venda elástica de las que se usan para hacer curaciones. Su cuello mostraba una profunda herida. A su alrededor estaba un gran charco de sangre que se había dispersado con el agua arrojada por los tragahumo.

Parte de su espalda, miembros inferiores y brazo derecho, comenzaban a ser presa de las llamas.

Antecedentes

Juan José Zermeño Tello, de 32 años de edad, anteriormente se desempeñó como enfermero en el Cereso local de donde fue despedido tras ser descubierto introduciendo psicotrópicos de manera ilícita.

Por lo anterior, fue denunciado por las autoridades penitenciarias ante la Procuraduría General de la República (PGR), desde 2001.

FUENTE: Centro de Readaptación Social

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