LA JORNADA
México, DF.- Con una inversión de 500 millones de pesos, el próximo martes iniciará la segunda etapa de rehabilitación del Centro Histórico, que incluye la renovación de la red de drenaje y agua potable, así como la repavimentación del arroyo vehicular de las calles Donceles, 16 de Septiembre, Palma, Tacuba y Venustiano Carranza, anunció Ana Lilia Cepeda.
La directora general del Fideicomiso del Centro Histórico explicó que se aplicará además el programa de Transporte y Vialidad, que contempla la creación de 13 corredores para el transporte público; y la ubicación de estacionamientos inhibidores del uso del automóvil con tarifas accesibles en áreas de acceso a las líneas del Metro.
Así como la posibilidad de usar inmovilizadores para evitar el estacionamiento en áreas prohibidas y el cobro por uso de la vía pública mediante parquímetros en los cuatro mil 522 cajones existentes distribuidos en 229 manzanas, con el propósito de reducir los congestionamientos vehiculares que se registran en amplias áreas de este perímetro y horarios, que aún se encuentra a discusión, mencionó.
La funcionaria precisó que los trabajos de remozamiento se realizarán del 7 de enero al 15 de marzo en las calles Donceles, 16 de Septiembre y parte de Palma, mientras que del 16 de marzo al 15 de mayo se trabajará en Venustiano Carranza, Tacuba y la continuación de Palma.
Los trabajos, que se estiman concluir el 15 de mayo, comprenden también el cambio de banquetas y pisos de los cruces peatonales de Gante, Filomeno Mata y Motolinía, así como de los callejones de 5 de Mayo, aunque, paralelamente, se continuará con el Proyecto Integral de Imagen Urbana correspondiente al arreglo de fachadas de 415 inmuebles distribuidos en 34 manzanas del área, donde puede intervenir el gobierno capitalino.
“En 2003 vamos a continuar con el rescate del primer núcleo urbano, se van a terminar las nueve calles restantes y seguirán aplicándose los programas imagen urbana, mobiliario urbano, alumbrado público, iluminación de inmuebles, seguridad pública, transporte y vialidad, comercio en vía pública, así como limpieza y recolección de basura”, indicó.
Mencionó que la aplicación del Programa de Transporte y el de Estacionamientos permitirá reordenar el flujo vehicular mediante el establecimiento de horarios para los vehículos de carga y bicitaxis, la renovación y construcción de estacionamientos públicos, y la búsqueda de vías alternas para el flujo vehicular, con lo cual “reforzaremos los trabajos realizados del 3 de agosto al 18 de noviembre de renovación de infraestructura subterránea, cambio de pavimentación, remozamiento de fachadas e incorporación de luminarias”.
En el programa de la Setravi denominado “Acciones de Transporte y Vialidad para el Centro Histórico de la ciudad de México” se prevé la creación de un total de 13 corredores de transporte público en el perímetro A, con excepción de las calles de Uruguay y El Salvador; y operativos para que los concesionarios circulen por los derroteros autorizados.
Además del reestablecimiento y señalización de paradas; e impedir su circulación en segundos carriles o hacer base en puntos de espera no permitidos pues, de lo contrario, serán penalizados con multas; limitar la carga y descarga a horarios específicos, así como el acceso de vehículos hasta cierto tonelaje y dimensiones.
En estos momentos, precisó, se tienen 14 rutas del transporte concesionado, con 56 derroteros, incluidos los autobuses; la circulación diaria de 346 mil 383 vehículos entre particulares, taxis, microbuses y otras modalidades; y el acomodamiento de hasta mil 300 unidades en doble fila en zonas prohibidas, por lo que se realizarán operativos para impedir la ubicación de bases no autorizadas de autobuses foráneos en la vía pública.
La concreción de estas medidas reduciría la problemática de vialidad en el Centro Histórico, cuyas calles con dos o tres carriles, generan condiciones de incomodidad e inseguridad para peatones, conductores y visitantes, la pérdida de oportunidades, y un importante costo económico y social, pues los empresarios posponen sus proyectos o los dirigen a otro punto de la ciudad menos conflictivo, destaca el documento.